El Ballet Folklórico de Antioquia emociona a la diáspora colombiana en EE.UU.

  • El Ballet Folklórico de Antioquia ha instado a la diáspora colombiana en EEUU a "nunca olvidar sus raíces", durante una épica presentación en las afueras de Washington que llevó a más de uno al punto de las lágrimas.

María Peña

Fairfax (EE.UU.), 4 mar.- El Ballet Folklórico de Antioquia ha instado a la diáspora colombiana en EEUU a "nunca olvidar sus raíces", durante una épica presentación en las afueras de Washington que llevó a más de uno al punto de las lágrimas.

En el marco de su primera gira en EE.UU., el Ballet ofreció anoche en el Centro de Artes de la Universidad de George Mason en Fairfax (Virginia), un programa de dos horas que demostró no sólo la riqueza y diversidad cultural de Colombia sino también el talento, plasticidad y vibrante energía de sus jóvenes integrantes.

"Para mí venir a EE.UU. es haber traído la casa, la cultura, la comida, el sabor, la pasión, a cada uno de los colombianos que están aquí. Queremos que vuelvan a recordar lo que es Colombia y lo valioso que es, que nunca la olviden", dijo Laura Cano, una de los 34 integrantes del ballet que viajan en esta gira.

Cano se mostró satisfecha con la aceptación que ha tenido el Ballet en esta gira de casi dos meses, en particular porque sus compatriotas "se emocionan porque sienten la tierra".

El retorno a las raíces fue el hilo conductor del espectáculo que, al tocar una vena emocional, arrancó aplausos prolongados de los cerca de 2.000 asistentes, muchos de los cuales ondeaban la bandera colombiana y acompañaron con las palmas algunos de los temas.

La compañía puso en escena un repaso musical por la geografía colombiana con 16 temas, entre ellos "Cumbia", "San Agustín", "Tambora", "Baile del Porro", y el "Mapalé", uno de los más aplaudidos de la noche.

Durante el pegajoso tema salsero "Descarga", el zapateado de uno de los bailarines fue tan rápido como intenso que su calzado pareció transformarse en una borrosa nube sobre las tablas.

Apoyados por Colombia Artist Management y el Ministerio de Cultura de su país, el grupo logró finalmente presentarse en varios escenarios en ambas costas de EE.UU, un sueño que comenzó hace casi cinco años. La gira concluirá en Florida con presentaciones en Miami y St. Petersburg, los próximos 15 y 16 de marzo, respectivamente.

"Esta gira tomó casi cinco años, y estamos muy honrados con la aceptación del público. Quisimos incorporar bailes representativos de cada una de las regiones de Colombia, para que la gente pudiera apreciar toda su riqueza", dijo Juan Camilo Maldonado, director artístico del Ballet.

Zuleima Asprilla, gerente general del Ballet, señaló que grupos como el suyo están "transformando a Colombia para mejorar su imagen y para demostrar, como reza el dicho, que los buenos somos más...queremos transmitir un mensaje positivo, el de disfrutar lo que hacemos como si no hubiese un mañana".

Para Asprilla, si bien miles de colombianos han encontrado en EE.UU. su país adoptivo, "no deben olvidar su esencia, y deben apoyar el talento colombiano que venga acá y todo lo latino, porque eso nos hace universales".

El Ballet tiene pendiente confirmar la siguiente fase de su gira internacional que, tras un breve paréntesis en Colombia, lo llevará a Corea del Sur y Europa a finales del año.

Fundado hace 20 años por Albeiro Roldán Penagos, el Ballet ha sido reconocido y galardonado a nivel internacional por su elegante e imponente maestría en diversos ritmos folklóricos y de danza contemporánea.

El grupo, cuya trayectoria ha sido comparada a las forjadas por los ballets folclóricos de México o Brasil, fue invitado en 2008 para representar a Colombia en los Juegos Olímpicos en Pekín.

Entre los asistentes a la única presentación en el área de Washington se encontraba la bogotana Clara Elena Robertello, quien lleva 41 años en EE.UU. pero que, según aseguró, el Ballet le despertó los "deseos de volver".

"Hemos visto otros bailes colombianos pero esta presentación ha sido precioso, espectacular", dijo.

"Se me humedecieron los ojos, sí. Es una emoción grande que se siente dentro al oir la música... la nostalgia invade completamente; quiere uno ya irse para Colombia otra vez", puntualizó.

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