El fado más íntimo de Santamaría toma forma en un recital inédito a piano

Lepe (Huelva), 21 abr.- El fado en voz de un español, el onubense Juan Santamaría, ha tomado forma esta noche en un concierto inédito, con el acompañamiento de un piano que ha sustituido a los habituales instrumentos de cuerda típicos de los locales tradicionales del casco antiguo de Lisboa.

Santamaría, uno de los artistas españoles más considerados en Portugal, donde se le conoce como "el español de los fados", se ha rodeado de dos centenares de incondicionales en la sala "Antigua Estación" de Lepe (Huelva), a 20 kilómetros de su Ayamonte natal, para interpretar su música con un formato nuevo y llamativo.

"Es una forma más cercana de llegar a la gente, que no sé si repetiré, pero es toda una experiencia", ha relatado el artista, que ha basado su concierto en los temas recogidos en su último disco "Las coplas del vaivén".

El disco recoge algunas de las canciones más conocidas, y otras no tanto, que el granadino Carlos Cano grabó a lo largo de su carrera, con títulos como "Coplas de la Violeta", "Luna de Abril" o "Ay, Candela", sin olvidar las "Habaneras Imposibles" y "Habaneras de Cádiz", o la internacionalmente famosa "María la portuguesa".

Juan Santamaría, que asegura que añora "como cuidan en Portugal a sus artistas", fue pupilo de Amalia Rodrigues, y ha puesto toda su sensibilidad en temas como "Luna de abril" y "Sin ti no puedo vivir", donde le acompañan los mismos músicos de Rodrigues.

De hecho, la relación de Juan Santamaría con la música se inició con el fado, cuando la propia Amalia Rodrigues le descubrió en una actuación, quedó admirada de su voz y talento, y le animó con su apoyo a realizar una carrera artística, una relación que ya nunca fue interrumpida.

Santamaría tuvo el honor de cantar en el funeral de estado de la diva portuguesa invitado por el Gobierno luso.

El intérprete comenzó su carrera musical en Portugal, debutando en el Coliseo de Oporto, con un repertorio de canción popular y fado, siendo el primero no luso en afrontar el folklore más puro de Portugal, y desde entonces ha realizado actuaciones en las más prestigiosas salas del país vecino.

En España, por el contrario, no ha conseguido tener la resonancia adquirida en Portugal, aunque coincidiendo con sus primeros diez años de carrera, realizó una gira por toda la península ibérica, que concluyó en la catedral de Sevilla con un concierto acompañado por la banda de La Cigarrera y que fue presidido por el cardenal de la ciudad.

Esta noche ha hecho una pausa intimista en su carrera, ha aparcado sus recuerdos de colaboraciones con artistas internacionales como Dulce Pontes, Teresa Salgueiro (Madredeus) o Ronykao, y se ha arropado del piano para dar voz a sus últimas composiciones.