El Orfeón Donostiarra, un coro de prestigio sin acceso restringido

San Sebastián.- Un coro amateur del prestigio del Orfeón Donostiarra se construye con una gran entrega y un trabajo casi profesional, pero no es necesario pertenecer a ningún grupo de elegidos para formar parte de él. Sus campañas de captación de voces están abiertas a todos los ciudadanos.

"Es más sencillo de lo que parece ser seleccionado", ha asegurado a Efe Gotzon Arrizabalaga, profesor de técnica vocal del Orfeón, que a finales del mes pasado comenzó a hacer las pruebas a los candidatos de la octava campaña que emprende el coro de San Sebastián para atraer nuevas voces.

Lo más importante es tener "un buen oído musical" porque el timbre, la potencia de la voz, "no es tan importante para un coro", explica Arrizabalaga.

Precisa que la mayoría de las personas que se presentan no están preparadas para cantar, pero se las acepta porque tienen "posibilidades".

Quien pasa la prueba inicial, muy cortita, no suele incorporarse inmediatamente a los ensayos, sino que se somete a una "puesta a punto" por parte de los profesores del Orfeón para adquirir técnica, a veces a lo largo de todo un curso, un proceso que en algunos casos no concluye con éxito y al candidato se le dice "que no".

A lo que se le otorga un especial valor es a "la dedicación y la pasión", porque ser orfeonista "cambia totalmente la vida", ya que son necesarios tres días de ensayos semanales y hay que reservar la mayoría de los fines de semana para las actuaciones, todo ello además sin remuneración alguna.

"Mucha gente sacrifica vacaciones para ofrecer conciertos y viajar con el Orfeón. En ese sentido sí que es muy muy exigente. Es un grupo aficionado con trabajo profesional y no es fácil seguir ese ritmo", afirma el profesor.

En la publicidad que se ha distribuido para esta campaña se advierte al candidato de que para integrarse en el coro hacen falta "muchas ganas", aunque a cambio tendrá la oportunidad de "cantar bajo la dirección de los mejores maestros, en los mejores escenarios del mundo y con orquestas reconocidas".

Arrizabalaga destaca que se presentan a las pruebas personas de todas las edades, pero aclara que es poco probable que se seleccione a una de más de 50 años a no ser que esté en activo y venga muy bien preparada, ya que a partir de esa edad es muy complicado adquirir técnicas vocales.

Lo que no hace falta es ser mayor de edad. "A partir de los 15 o 16 años se puede estar preparado para empezar a aprender, sobre todo las mujeres, que no tienen tanto problema de cambio de voz", señala.

Explica que durante los tres primeros años pasaron por estos exámenes unos 70 aspirantes cada vez, pero luego el número fue descendiendo hasta los 40. Precisa, no obstante, que, aparte de estas selecciones intensivas, el Orfeón está abierto siempre para quien decida probar.

Desde que comenzó esta campaña, han hecho nueve pruebas -martes y miércoles- y seguirán haciéndolas hasta finales de julio.

Inge, una psicóloga donostiarra de 31 años, y Francesca, una italiana de 40 que reside en un pueblo cerca de San Sebastián y que se encuentra en paro, son dos de las aceptadas.

La primera, que comenzará con prácticas vocales, se ha animado porque siempre le ha gustado cantar. Estuvo en el coro de su "ikastola" y ahora se ha dicho que "por qué no hacerlo de nuevo".

Francesca, diplomada en canto y con experiencia en coros aficionados de Italia y Alemania, ha pasado directamente a los ensayos.

"Cantar me hace sentir viva. Cuando uno tiene un hobby y le dan la posibilidad de poderlo vivir, hay que intentarlo", afirma esta mujer que de, momento, ya es parte del coro vasco, el cual tiene en su lista de "disponibles" 160 voces, aunque el "núcleo" que trabaja con continuidad se sitúa entre las 90 y el centenar.