El pianista Iván Martín cree que el arte en sí "no entiende de crisis"

  • Miriam Antolín.

Miriam Antolín.

Valladolid, 1 jun.- Convencido de que el arte en sí "no entiende de crisis" y seguirá existiendo a pesar de los malos momentos económicos, el pianista Iván Martín cree que en momentos difíciles los gestores culturales deben agudizar el ingenio para conseguir que el público siga participando en el proceso artístico.

Martín (Gran Canaria, 1978), que mañana ofrecerá en Valladolid un recital con el que cerrará el ciclo de piano del Auditorio Miguel Delibes, se ha convertido en un referente internacional en su especialidad musical a pesar de su juventud.

Las obras artísticas seguirán fluyendo a pesar de "momentos menos afortunados económicamente", consideraba Martín en una entrevista con Efe.

Para el pianista, el arte es "necesario" para la sociedad y, en situaciones como la actual, corresponde a los programadores o los gestores agudizar "el ingenio" para, en su papel de "puente", acercarlo al público.

"El arte es un bálsamo", aseguraba el pianista, que cree que la sociedad necesitará siempre la música, la literatura o la pintura "en cualquier momento económico".

Además, el músico considera el arte "como un medidor de la salud cultural e intelectual de la sociedad" y aplaude la labor de los gestores que buscan programaciones elaboradas a pesar de la difícil coyuntura.

Mañana actuará por segunda vez en solitario en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid con un programa en el que incluirá obras de Antonio Soler, Muzio Clementi, Franz Liszt y Frédéric Chopin, un compositor que siempre ha tenido presente en su carrera.

"Un viaje musical" que parte del siglo XVIII y que como hilo conductor cuenta con el desarrollo del piano como instrumento y de la técnica pianística, reconoce.

A sus 34 años es uno de los pianistas de referencia y ha pasado por escenarios importantes de Italia, Nueva York o Alemania y ya prepara nuevas actuaciones en China, EEUU y América del Sur.

España posee, a su juicio, una "cantera de grandes intérpretes" de música clásica, y es que ha ocurrido algo que era "impensable" como que las grandes orquestas europeas tengan en sus filas a instrumentistas de cuerda o viento españoles.

"Quizá la asignatura pendiente es que los programadores españoles confíen un poco más en el producto nacional", asegura Martín que opina que ocurre lo mismo con los compositores españoles contemporáneos, que los hay y "muy buenos", pero hasta hace "poco eran más valorados fuera".

Respecto a las nuevas tecnologías, Martín se declara un "gran entusiasta", de hecho, ha impartido clases sobre la materia en Las Palmas de Gran Canaria y participa en el proceso tecnológico de la edición de sus discos.

"Las nuevas tecnologías tienen mucho que aportar al arte, siempre que se utilicen como una herramienta y no como un fin", porque si eso ocurre, "hay un problema".

Con el mal uso de la tecnología "se está creando un público inmaduro" tanto en la música como en cualquier disciplina porque "no hay un acto de reflexión" por parte del espectador al recibir un "impacto artístico" y, a su juicio, tendría que haber una "actitud activa" en el ser humano.

"Como herramienta de comunicación, las nuevas tecnologías son fantásticas, pero no se puede transmitir al público la belleza de una sonata de Beethoven desde Youtube", asegura, con el convencimiento de que el ámbito de la tecnología es "paralelo" al de los conciertos.

Recién aterrizado de Alemania, vuelve a afrontar como un "reto" tocar frente al público español, "acostumbrado a grandes nombres", pero que "siempre" le recibe "con cariño".

Martín tiene dos trabajos discográficos publicados sobre la obra de Soler y Mozart y ya prepara otros tres nuevos discos para 2013 y 2014, que serán "muy diferentes" a los anteriores.

"Habrá alguna sorpresa positiva" con "material inédito", confiesa, a la vez que asegura que no puede adelantar más.

Iván Martín colabora con prácticamente la totalidad de las orquestas españolas y la Orquesta de París.

Además, toca con la Filarmónica de Estrasburgo, los Virtuosos de Praga, la Filarmónica de Helsinki y la de Zagreb, la "Polish Chamber Orchestra", las sinfónicas de Monterrey (EEUU), Santiago de Chile, Sao Paulo y la Orquesta Mundial de Juventudes Musicales (fundada en el año 1970 por el canadiense Gilles Lefèvbre). EFE

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