El sol ilumina el altar de la Vera Cruz, en Segovia, algunas efemérides

  • Aurelio Martín.

Aurelio Martín.

Segovia, 21 ago.- Si la construcción de la iglesia de la Vera Cruz, en Segovia, de planta dodecagonal, es de por sí original, lo que ocurre dentro de ella en algunas épocas del año puede parecer sobrenatural, aunque el fenómeno, una conjunción solar, se diseñó a conciencia para efemérides religiosas, hace más de 800 años.

Bien podía ser algún efecto espectacular de alguna serie de películas de aventuras, pero, hacia el ocaso, mientras el sol decae y la iglesia se va oscureciendo, surge un rayo que ilumina el altar con una extraordinaria fuerza.

Solo es una de las cerca de veinte peculiaridades o "secretos" que ha encontrado el profesor de Matemáticas y Arte de la Universidad Autónoma de Madrid Florencio José Ignacio López de Silanes, quien sostiene que este fenómeno podría significar para los templarios el cambio de luz mundana a la luz divina.

A finales del año pasado, en un descanso de una práctica con alumnos de la Asignatura Arte y Cultura Matemática (Geometría Sagrada) del Máster de Museos de la Autónoma, López de Silanes observó detenidamente tres ventanas, desde el lugar donde se sienta el sacerdote.

Estaban perfectamente alineadas con el altar y el sol, cinco puntos que podían provocar una conjunción solar, como así comprobó tras realizar varios estudios, en los que ha concluido que no se producía coincidiendo con efemérides astronómicas, como solsticios y equinoccios, sino con fiestas religiosas.

La conjunción, de acuerdo con el experto, se produce cada 15 de agosto, fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, de gran importancia para los templarios, a quienes se atribuye la construcción de la iglesia, que eran monjes cistercienses, guerreros, con una devoción especial a la Virgen.

También se registra el día 25 de abril, coincidiendo con la celebración de San Marcos, el Evangelista, nombre que lleva el barrio donde está ubicada esta iglesia, a los pies del recinto amurallado y del alcázar, que se representa con el león.

Ahí no quedó el final de la historia, ya que López de Silanes ha advertido de que, los mismos días, se produce otra conjunción matutina, cuando la luz que entra por el ábside ilumina el centro de la capilla inferior, aunque no se aprecia porque la ventana tiene un difusor e interfiere un crucifijo, colocado hace años.

Además, cumpliendo con las leyes matemáticas, se da la coincidencia de que las dos conjunciones, la del alba y la del ocaso, se producen exactamente en las mismas condiciones astronómicas, con una elevación del sol de un ángulo de 17,7 grados y sobre el mismo eje de la iglesia.

López de Silanes, especialista también en el románico, con varias publicaciones sobre el de La Rioja y una a punto de abordar otra sobre este estilo arquitectónico en Madrid, mantiene que este tema "se desconocía", ya que las conjunciones se registran siempre fuera de horas de visita.

No solo ha evaluado días y horas, sino que ha llevado a cabo cálculos astronómicos precisos y verificado datos matemáticamente.

También tiene seguro que este tipo de simbolismo, iluminación precisa de luz solar, iba asociado a ritos como la introducción de nuevos elementos en la orden de los templarios o bien a la elevación de rango, que hoy se desarrollan con focos de luz eléctrica.

Realizada por un geómetra especializado, las ventanas de la iglesia fueron ya diseñadas específicamente, con unas dimensiones que permitan que la conjunción del alba se produzca con 17,7 grados para iluminar el centro del templete inferior, y la conjunción del ocaso se produzca con el mismo ángulo, para iluminar el altar.

El templo, para cuya construcción se pudo tomar como ejemplo la Mezquita de la Roca y la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuenta con tres presbiterios y un edículo central con dos capillas a diferente nivel.

Y es que las civilizaciones constructoras poseían unos conocimientos importantes de matemáticas con sabios maestros, versados en muchas materias, aunque sus reglas de actuación fueran empíricas, al carecer de reglas de cálculo, es decir, simulaban y luego lo reproducían. EFE

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