El Teatro Real acoge "El Holandés errante", la primera ópera de Alex Rigola

  • Madrid.- El Teatro Real abrirá sus puertas, el próximo 12, de enero al viento y al mar de las costas noruegas para representar "El Holandés errante", de un joven Richard Wagner, con dirección escénica de Alex Rigola, quien debuta en el mundo de la ópera con este drama romántico, bajo la batuta de López Cobos.

El Teatro Real acoge "El Holandés errante", la primera ópera de Alex Rigola
El Teatro Real acoge "El Holandés errante", la primera ópera de Alex Rigola

Madrid.- El Teatro Real abrirá sus puertas, el próximo 12, de enero al viento y al mar de las costas noruegas para representar "El Holandés errante", de un joven Richard Wagner, con dirección escénica de Alex Rigola, quien debuta en el mundo de la ópera con este drama romántico, bajo la batuta de López Cobos.

"Por la adversidad hacia las estrellas" es el lema con el que abre Wagner (1813-1883) esta ópera, que compuso a los 26 años en París tras salir de Riga (Letonia) huyendo de los acreedores y sus fracasos profesionales. Una huida que hace que este drama inspirado por un texto de Heine tenga tintes autobiográficos.

La ópera cuenta la leyenda del holandés errante condenado a navegar por los mares, por una maldición, hasta que le redima el amor y la fidelidad de una mujer.

Este montaje, "nada rompedor", que se estrena el día 12 de enero está coproducido por el Liceo de Barcelona, donde se estrenó la pasada temporada, y será dirigido musicalmente por José Luis López, que abandonará el 31 de agosto su cargo como director musical del Real, y quien volverá a poner de manifiesto su pasión por Wagner, dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de Madrid y al nuevo Coro del Coliseo "Intermezzo".

Los bajos Johan Reiter y Egils Silins se alternarán en el papel protagonista (El Holandés) y las sopranos Anja Kampe y Elisabete Matos, en el papel de Senta.

Hans-Peter Köning y Eric Halfvarson serán los bajos encargados de dar vida al codicioso Danald, padre de Senta, y los tenores Stephen Gould y Endrik Wottrich encarnarán al desdichado Erik.

Para López Cobos, quien explicó hoy durante la presentación de esta producción, la primera del nuevo año y unas de las últimas antes de que se incorpore Gérard Mortier como nuevo director artístico del Real, que siempre se ha considerado, "sin razón", que esta sea una ópera menor de Wagner.

"Se pierde la referencia del momento en que fue escrita, entre 1839 y 1940 -argumentó Lopez Cobos-. Parece increíble que fuera escrita 20 años antes que la primera de Brahms, y por un joven que iba huyendo de un lado para otro. La escribió a partir de tres notas que escuchó en un barco camino de París en medio de una tempestad, oyendo unos marineros que cantaban".

En ella, Wagner, en opinión, de Cobos, combina dos mundos: el de la realidad, con Donald y Erik, el padre de la Senta y el pobre cazador abandonado, y el del holandés y la joven Senta, mucho más introspectivo y psicológico.

Cobos también destacó la labor del coro, de casi cien personas, por su "enorme dificultad", y añadió que cuando deje el Real reducirá su actividad en el mundo de la ópera. "Lo que he querido hacer en este campo lo he hecho y solo me gustaría hacer El Parsifal en el Festival de Bayreuth".

Por su parte, Alex Rigola, máximo responsable del Teatro Lliure, y debutante en el mundo de la ópera con este joven Wagner, ha querido dejar claro que él no ha venido "para impresionar".

"Yo no vengo para cambiar nada del mundo de la ópera. He venido a dar mi opinión escénica. No soy innovador y he respetado todo el material original. Parto de la admiración y pongo mi vivencias escénicas", ha precisado.

Rigola, tras comentar el placer que le produce trabajar al lado del maestro Cobos, ha comentado que una de las diferencias que tiene este montaje respecto al del Liceo es la mejora en los movimientos de la escena. El mejor manejo de todos los actores.

"He buscado hacer una ópera con escenas muy estáticas, con planos muy parados, la música tiene tanta fuerza, que no hacía falta", ha recalcado Rigola para quien el tema central de este drama es "la falta de conciencia en el ser humano".

"Aquí el hombre no consigue su redención hasta que no toma conciencia de que es un ser humano, un hombre. Todos aspiran a vivir por encima de lo real, a ser tan ambiciosos, a disparar tan hacia arriba que nos perdemos lo que tenemos al lado", concluye.

El bajo Johan Reiter ha elogiado el funcionamiento del teatro Real, "deberían aprender los alemanes", ha comentado con humor y se ha mostrado muy de acuerdo con el montaje estático de Rigola, porque así se puede disfrutar de los distintos tipos de música".

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