El toreo mexicano se consolida en la temporada grande de Las Ventas

  • Joselito Adame, Diego Silveti, Arturo Saldívar, Juan Pablo Sánchez y Sergio Flores han demostrado a lo largo de todo un mes de toros en Madrid un momento de tanta suficiencia y solidez, que les ha hecho consolidarse en el presente más fehaciente y futuro más esperanzador del toreo mexicano.

Javier López / Paco Aguado

Madrid, 12 jun.- Joselito Adame, Diego Silveti, Arturo Saldívar, Juan Pablo Sánchez y Sergio Flores han demostrado a lo largo de todo un mes de toros en Madrid un momento de tanta suficiencia y solidez, que les ha hecho consolidarse en el presente más fehaciente y futuro más esperanzador del toreo mexicano.

Los cinco espadas han logrado, en mayor o menor medida, dejar su poso en la capital de España, especialmente Adame, que en sus dos paseíllos estuvo a punto de desbancar a Eloy Cavazos como el último mexicano en abrir la Puerta Grande de Las Ventas hace 41 años.

Un Adame que fue grata sorpresa en el primer festejo del ciclo Arte y la Cultura, al pasear una oreja de mucho peso, aunque acabaría marrando la Puerta Grande por culpa de la espada, guión que repitió tres días después, en el que volvió a rozar la gloria, pero sin aceros.

"Mi paso por Madrid ha supuesto el despegue del gran momento que atravieso, pues, salvo el asunto de la espada, he podido mostrar y han podido ver mi capacidad y mi dimensión como torero", ha manifestado a Efe Adame.

Y algo muy importante también, la gran repercusión que ha tenido esta doble actuación del espada hidrocálido en su patria, México, donde ya le consideran "nuevo embajador".

"A nivel mediático ha supuesto un impacto muy fuerte, pues hacía mucho que no ocurría una situación similar, pero no sólo en el ámbito taurino, sino también en lo social, pues gracias a mi actuación y a la unanimidad de la crítica, he logrado despertar un interés fuera de lo normal", reconoce.

"Seguir creciendo, no bajar la guardia y que mi toreo vaya consolidándose para demostrar que Joselito Adame no termina en Madrid" es su gran objetivo ahora.

Diego Silveti, que fue el primero en cortar oreja entre sus paisanos, rompió así una racha negativa de trece años, pues el último matador de toros mexicano que había paseado una oreja en Las Ventas fue "Zotoluco" en el 2000.

"Me siento, ahora que han pasado los días, mucho más tranquilo, con el sosiego de saber que mi paso por la feria ha sido importante a pesar de todas las adversidades con las que me encontré", explica a Efe Silveti, que se refiere a la fuerte granizada que cayó durante su faena premiada aquel 19 de mayo.

"Nunca había tenido que torear así, ni siquiera con lluvia. La situación era realmente dramática, pero tiré de coraje y de actitud para no perder la concentración y, pese a los elementos, sacar todo lo que tenía dentro delante del toro", continúa.

"En principio -añade Silveti- la gente me lo ha reconocido, pero con la crisis la temporada está muy complicada. Aunque no es nada fácil entrar en las grandes ferias, creo voy a torear bastante. Y donde sobre todo encontraré más recompensas será en la próxima temporada americana".

De la misma opinión es Arturo Saldívar, que cortó otra oreja el 28 de mayo y cree que su éxito va a tener más repercusión en México que en España.

"Al contrario que aquí, allá se dan cada vez más festejos, y la gente está muy ilusionada con los toreros jóvenes", refiere a Efe.

"Pero en España, de momento, las recompensas son pocas. La cosa está muy complicada y después del éxito de Madrid hay que seguir picando piedra, como decimos en México. Esa oreja me ha dado credibilidad y, al menos, las empresas nos están escuchando, porque si no hubiera pasado nada ni siquiera contarían conmigo", considera Saldívar.

En cuanto a la faena al toro del triunfo, este otro torero de Aguascalientes asegura que no se sintió afectado por los fortísimos dolores de la fisura de costillas sufrida días antes, "porque lo que estaba al cien por cien eran la mente, el espíritu y la ilusión".

Juan Pablo Sánchez tuvo que bailar con la más fea, al estrellarse con un lote poco apto para el lucimiento, mas en su haber cabe destacar detalles y momentos aislados que dejaron también su impronta.

"Al salir de la plaza me iba muy enfadado por no haber podido al menos igualar el triunfo anterior de varios compatriotas. Era cuestión de orgullo. Ahora mismo estoy más sosegado y creo que Madrid vio mi entrega e incluso algunos muletazos sueltos muy buenos. Eso es lo que hay que valorar ahora mismo. Ya habrá tiempo para volver", ha dicho a Efe.

Sergio Flores, otro de los dos mexicanos que no paseó orejas esta primavera en Madrid, pagó con sangre su paso por la capital, con una grave cornada que le infirió el toro de su confirmación de alternativa.

"Pequé de confianza, pero son cosas que pasan, no obstante estoy satisfecho de mi paso por Madrid, pues aunque no corté orejas, creo que dejé buenas sensaciones entre la afición, que ha podido ver este año que la nueva generación de toreros mexicanos tenemos muchas cosas que decir", recalca a Efe el diestro más nuevo del grupo.

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