El torero que perdió un ojo por una cornada vuelve al ruedo 5 meses después

  • El torero español Juan José Padilla vuelve al ruedo mañana, tan sólo cinco meses después de que un toro le hiriese gravemente en la cara, dejándole ciego de un ojo, lo que no le ha desanimado para enfundarse de nuevo el traje de luces.

Madrid, 3 mar.- El torero español Juan José Padilla vuelve al ruedo mañana, tan sólo cinco meses después de que un toro le hiriese gravemente en la cara, dejándole ciego de un ojo, lo que no le ha desanimado para enfundarse de nuevo el traje de luces.

La escalofriantes imágenes de la cornada recibida el 7 de octubre en Zaragoza (centro de España) dieron la vuelta al mundo. El pitón del toro le atravesó el rostro y le afectó gravemente al ojo izquierdo, mandíbula, pómulo y nariz.

El oído y la mandíbula han mejorado ostensiblemente después de múltiples intervenciones y la valiosa ayuda de fisioterapeutas, logopedas y preparadores físicos. Pero no se pudo hacer nada con su ojo izquierdo, que cubre con un parche negro.

Padilla (Jerez de la Frontera, Cádiz, sur de España, 1973) se defiende de quienes le critican por su decisión recordando a otros matadores con problemas de visión, como Javier Vázquez o Lucio Sandín. Tras perder un ojo por percances con sendos astados continuaron toreando.

Casado y con dos hijos, el diestro ha destacado la fuerza que le han transmitido durante su dura recuperación, gracias a la que ha conseguido recuperar parcialmente la movilidad facial, tras operaciones con las que también se ha logrado mejorar el aspecto de su rostro.

"La vuelta es para brindarles a ellos esta nueva vida que se me regala", dijo hace unos días el torero, consciente de lo cerca que estuvo de la muerte hace cinco meses.

Catalogado como torero de lucha -aquellos en los que predomina el valor y que se enfrentan a astados de ganaderías que otros compañeros rechazan por su dureza como los Miura- tomó la alternativa en Pamplona (norte de España en 1999) en una exitosa tarde, precisamente ante toros de esa divisa.

Con el perfil fiero y, acaso extravagante, que le otorgan sus pobladas patillas y su parche, Padilla sostiene que no quiere "dar pena a nadie" y que regresa a los cosos en busca de la gloria asumiendo "la exigencia y los valores del toreo".

Saldrá "como uno más, dispuesto a ganar la pelea" y defendiendo con capa, muleta y estoque su concepto del toreo.

Además de reaparecer mañana en Olivenza (Badajoz, este de España) con todas las entradas vendidas y vestido de "verde esperanza y oro", ha sido contratado en varias ciudades españolas y en Arles (Francia) durante esta temporada taurina.

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