El torero Serafín Marín y el subalterno Guerra esperan recibir mañana el alta

  • Valladolid.- El torero Serafín Marín y su subalterno Omar Guerra esperan recibir mañana el alta médica en el Hospital Clínico de Valladolid, donde se recuperan de las cornadas que sufrieron en la localidad vallisoletana de Íscar el pasado lunes día 8.

El torero Serafín Marín y el subalterno Guerra esperan recibir mañana el alta
El torero Serafín Marín y el subalterno Guerra esperan recibir mañana el alta

Valladolid.- El torero Serafín Marín y su subalterno Omar Guerra esperan recibir mañana el alta médica en el Hospital Clínico de Valladolid, donde se recuperan de las cornadas que sufrieron en la localidad vallisoletana de Íscar el pasado lunes día 8.

Serafín Marín ha asegurado hoy a EFE que se encuentra "bastante mejor", ya sin fiebre, y ha comenzado a andar por los pasillos del hospital, aunque le "tira" la herida, algo que "es normal".

Marín no se ha plantado aún una fecha para volver a los ruedos, ya que la cornada le afectó a dos músculos "importantes" en el muslo izquierdo, el sartorio y el abductor, por lo que requerirá un tiempo para recuperarse.

Una vez que reciba el alta, el diestro regresará a su localidad, Montcada i Reixac, en la provincia de Barcelona.

El torero catalán ha recordado que el toro "obedecía", aunque "sin humillar, y "no había hecho nada" como para sospechar que de repente se fuera "hacia el pecho" y le tirara, para ya en el suelo empitonarle y darle "una vuelta entera" en el aire.

Por ello, la cornada ha ocasionado desgarros, con dos trayectorias, una de quince y otra de ocho centímetros.

Serafín Marín ha comentado que su compañero de habitación, el subalterno de su cuadrilla Omar Guerra, también barcelonés, evoluciona "bien" y va "caminando" algo, por lo que mañana espera igualmente recibir el alta.

Omar Guerra fue corneado a la salida de un par de banderillas y tiene una herida de veinte centímetros con trayectoria ascendente, también en el muslo izquierdo.

Ambos fueron corneados por toros de Sánchez Herrero, de El Bodón (Salamanca), en la tercera y última corrida de las ferias de Íscar, una localidad de unos 6.700 habitantes situada a 43 kilómetros al sureste de Valladolid.

Marín ha destacado por su defensa de las corridas de toros en Cataluña, contra la ley del Parlamento catalán que las ha prohibido.

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