El tradicional ballet ruso vuelve a España por Navidad

  • Dos cuentos de hadas del imaginario tradicional ruso, "El cascanueces" y "El lago de los cisnes", aterrizan en España con Evgeniya Bespalova, directora de la compañía "Russian Classical Ballet" y bailarina que tras más de una década sobre los escenarios aún se siente como una princesa.

Madrid, 30 nov.- Dos cuentos de hadas del imaginario tradicional ruso, "El cascanueces" y "El lago de los cisnes", aterrizan en España con Evgeniya Bespalova, directora de la compañía "Russian Classical Ballet" y bailarina que tras más de una década sobre los escenarios aún se siente como una princesa.

"Empecé en el ballet porque mi madre soñaba con tener una hija que fuera bailarina, yo me sentía como una princesa y aún hoy tengo esa sensación cuando bailo, por eso he seguido tantos años", explica Bespalova en una entrevista con Efe.

El telón se abre en Valladolid mañana y el domingo con la navideña obra de "El cascanueces", la historia de Clara, una niña que en la víspera de Navidad hace que su soldadito de juguete cobre vida y derrote al rey de los ratones.

Bespalova recuerda con cariño al público de España al que conoció en 2011: "La calidez y la expresividad de sus caras nos da mucho ánimo. Desde el escenario puedo ver que realmente están disfrutando, eso no se ve en otras partes de Europa".

En Madrid, "El lago de los cisnes", la historia de amor entre un príncipe y una mujer que por el día tiene forma de cisne como consecuencia del hechizo de un espíritu maligno, podrá verse el 3 y el 17 de diciembre.

Las zapatillas de esta bailarina se moverán por el escenario del Teatro Campos Elíseos (Bilbao) en tres ocasiones, el 4 de diciembre con "El lago de los cisnes" y dos noches más de "El cascanueces" el 5 y el 6.

La promotora del espectáculo, "Classic Stage", escogió estas obras porque, según Pedro Martín, representante de la compañía, "son un reflejo del ballet clásico ruso, y además son navideñas".

El objetivo de Bespalova es hacer que el teatro clásico se recupere en los escenarios, en un momento en el que la crisis también ha llegado al ballet, "se nota incluso en como han subido el precio de las zapatillas", dice entre carcajadas Bespalova.

En los teatros hay sitio para todo, para lo contemporáneo y también para lo tradicional, pero ve que a algunas actuaciones de danza les falta expresividad: "muchas no siempre cuentan una historia profunda, eso es lo que hecho de menos, pero también me gustan", considera.

La compañía de ballet de Bespalova está compuesta por un elenco de bailarines jóvenes, todos rusos: "tenemos una pareja invitada que son de Lituania pero el resto somos todos de Rusia".

Grandes coreógrafos reconocidos mundialmente como Marius Petipa, Jules Perrot o Jean Coralli, han creado la danza que interpretarán Bespalova, Margarita Demjanoka, Tatiana Tkachenko Denis Karakashev y Zigmars Kirilko como principales bailarines.

Bespalova sabe que ha sacrificado mucho por el mundo de la danza, pero no imagina su vida sin atarse los lazos de las zapatillas todas las mañanas. "Yo, sin bailar, no puedo existir".

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