Emmylou Harris traza un balance musical y biográfico en "Hard Bargain"

  • Madrid.- Una de las leyendas vivas de la música country, Emmylou Harris, abandona momentaneamente su "pequeño Nashville" para presentar su disco de estudio número 21, "Hard Bargain", que resume lo que, en su opinión, supone vivir: una negociación diaria con resultados a veces tristes, a veces dichosos.

Emmylou Harris traza un balance musical y biográfico en "Hard Bargain"
Emmylou Harris traza un balance musical y biográfico en "Hard Bargain"

Madrid.- Una de las leyendas vivas de la música country, Emmylou Harris, abandona momentaneamente su "pequeño Nashville" para presentar su disco de estudio número 21, "Hard Bargain", que resume lo que, en su opinión, supone vivir: una negociación diaria con resultados a veces tristes, a veces dichosos.

"No me gusta decir qué es country y qué no", ha dicho en una entrevista con Efe esta artista de cuarenta años de trayectoria, la mayoría ligados a una línea más tradicional, heredera de George Jones, que destaca que su motivación está ahora más ligada a conseguir "una buena canción", sin etiquetas.

Así ha facturado "Hard Bargain", que publica el martes en España y que recrea la que ha sido su propia biografía, una búsqueda de "equilibrio" entre momentos de baile y felicidad, con otros más densos, como los 50 años de amor de sus padres, interrumpidos por la guerra de Corea (su padre desapareció en combate durante un tiempo) o la pérdida de su amigo, Gram Parsons.

"Su legado fue extraordinariamente importante para mí", dice sobre el que fuera su mentor, al que dedica el primero de los once cortes inéditos del disco, "The Road".

En plena presidencia de Barack Obama, Harris habla también de prejuicios y dedica una canción a la muerte del adolescente negro Emmett Till, asesinado en Mississippi hace más de 50 años por coquetear con una mujer blanca.

"Aún tenemos un largo camino por andar" en el ámbito de los derechos civiles, opina. "Aquel caso radicaba obviamente en la cuestión racial, pero cualquier vida tomada por razones de prejuicios y odio es trágica. Su muerte reactivó a la gente para que esto no volviera suceder, pero no debemos olvidar aquella lección", defiende.

Frente al Nashville de las grandes luces, Harris prefiere la pequeña comunidad en que se refugia y en la que, según asegura, vive ajena "a lo que triunfa ahí fuera", como es el caso de los jóvenes artistas Taylor Swift y Lady Antebellum, vencedores en las últimas ediciones de los premios Grammy.

"Creo que lo más importante es hacer la música que amas y en la que crees", observa sin entrar a valorar estos nuevos fenómenos, que han fusionado el country con ritmos pop y rock, logrando ventas multimillonarias más allá de los límites de EEUU.

"La industria de la música siempre ha sido un misterio para mí y, a pesar de ello o precisamente por ello, he sido capaz de generar algunos éxitos", añade esta ganadora de doce premios Grammy, que bromea modestamente con que el truco debe estar en ser nominada en la categoría de música folk.

"Es genial tener esos premios, pero lo más importante es tener un público fiel que te sigue y que te apoya, a los que mueve lo que tú haces", añade.

A los jóvenes valores que empiezan ahora su carrera, simplemente les desearía "buena suerte" y se muestra feliz por haber empezado cuando lo hizo. "No digo que fuera fácil, pero ahora hay tantos artistas y tantos nuevos territorios...", apunta.

Harris, que dio sus primeros pasos en el mundo de la música interpretando temas de Bob Dylan, se muestra más categórica cuando se trata de defender a este miembro de la vieja guardia. Criticado por no haber interpretado sus temas supuestamente más comprometidos en una reciente actuación en China, Harris opina que el autor de "Blowin' in th wind""puede hacer lo quiera".

"Desconozco la polémica, pero Bob Dylan ha cambiado el rostro de la música, de la política y el inglés como lengua. Siempre seguirá sus propias reglas. Probablemente hizo lo que le apeteció en ese momento", señala.

Javier Herrero

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