Escalante provoca reacciones encontradas en Cannes por la violencia de "Heli"

Alicia García de Francisco..

Cannes (Francia), 16 may.- El mexicano Amat Escalante, con "Heli", la única película de habla hispana en la competición oficial de Cannes, provocó hoy reacciones encontradas debido a la violencia general de la historia y a lo explícitas de algunas de sus escenas.

Estela, a sus apenas 12 años, tiene como novio a un agente de la policía que se implica en un robo de droga a una banda de narcotraficantes. Y las consecuencias las pagan tanto ellos como la pacífica familia de esa niña, con un castigo brutal que el filme retrata sin contemplaciones.

Con esta película, Escalante ha querido ir "más allá de la violencia" y mostrar no solo ésta, "sino su contexto, la gente que observa esa violencia", según explicó hoy el realizador en rueda de prensa.

No es, sin embargo, un manifiesto sobre la situación actual en México. Es la historia de una familia específica, señaló el coguionista del filme, Gabriel Reyes, que consideró que, si nunca se habla de las cosas negativas, nunca tendrán una solución.

"Todo el mundo tiene problemas, y los ciudadanos de muchos lugares podrían identificarse" con la violencia que muestra la película, pero, recordó Reyes, hay "mucha más violencia gráfica en los medios de comunicación".

Pero, frente a esa violencia real que vemos cada día en las pantallas, "Heli" propone una ficción brutal, un escalofriante retrato de la violencia generada por las bandas narcotraficantes en México, lo que ha sido recibido con conmoción en Cannes.

El filme ha dejado sin palabras a la mayoría, aunque también se han reconocido los valores y el preciosismo formal de un filme que está en la competición oficial del festival, junto a nombres como los de Polanski, los hermanos Coen o Alexander Payne, entre otros.

La película está narrada por Escalante de forma objetiva y una cierta distancia, pero sin ahorrar sufrimiento al espectador.

Como la tortura a la que se ven sometidos Heli, el hermano de la chica, y Beto, su novio, una terrorífica secuencia en la que las torturas son observadas por unos niños que apenas unos minutos antes jugaban con videojuegos.

Aunque las reacciones de mayor sorpresa fueron las provocadas en la escena en la que uno de los miembros de la banda de narcotraficantes rompe el cuello al pequeño perro de Estela, personaje interpretado con una sencillez apabullante por Andrea Vergara, debutante en el cine.

"Heli", tercera película de Escalante tras "Sangre" (2005) y "Los bastardos" (2008) -ambas presentadas en Cannes, pero dentro de la sección "Una cierta mirada"-, continúa la tendencia violenta mostrada por sus trabajos anteriores.

Porque, como señaló hoy el director, son "la muerte, el sexo y la violencia" lo que le interesa a la hora de poner en marcha un proyecto .

Tres elementos presentes en una película que, insistió, no está solo inspirada en México.

"Es un drama, bastante extremo" y "hay muchas cosas que están pasando en México", pero es una película hecha con los "westerns" de Sergio Leone o con filmes como "Los olvidados", de Luis Buñuel, en la mente.

No es análisis de la situación en México en este momento, dijo Escalante, que hizo hincapié en que su país es maravilloso y se puede vivir a salvo, "excepto en algunos lugares específicos". Pero esto, agregó, "es ficción, no un documental".

Al respecto, su coguionista indicó que lo que muestra la película es "solo un aspecto negativo, pero no solo de México, sino de todo el mundo: la violencia está en todas partes".

Aunque no parecían estar de acuerdo los periodistas presentes en la rueda de prensa, cuyas preguntas versaron casi en exclusiva sobre la violencia presente en el filme y sobre cómo refleja la realidad mexicana.

En el caso de "Heli", los hechos se desarrollan en Guanajuato, la ciudad en la que nació el director, pero la imagen de un hombre colgado de un puente como venganza por parte de los narcotraficantes es una imagen que se repite por todo México.

Y que fue recibida en Cannes con una mezcla de sorpresa e incomprensión, pese a ser una imagen habitual en las televisiones mexicanas. Un ejemplo más de que la realidad siempre supera a la ficción.