Esther Tusquets destaca que su nuevo libro "no es un ajuste de cuentas en absoluto"

  • Sevilla.- La catalana Esther Tusquets, autora de novelas como 'La niña lunática y otros cuentos', continúa en 'Confesiones de una vieja dama indigna' (Bruguera) las memorias iniciadas en 'Habíamos ganado la guerra' y ha subrayado que "no es un ajuste de cuentas en absoluto".

Esther Tusquets destaca que su nuevo libro "no es un ajuste de cuentas en absoluto"
Esther Tusquets destaca que su nuevo libro "no es un ajuste de cuentas en absoluto"

Sevilla.- La catalana Esther Tusquets, autora de novelas como 'La niña lunática y otros cuentos', continúa en 'Confesiones de una vieja dama indigna' (Bruguera) las memorias iniciadas en 'Habíamos ganado la guerra' y ha subrayado que "no es un ajuste de cuentas en absoluto".

La escritora ha explicado hoy en Sevilla que no estaba "nada decidida a hacer este libro", el cual le hubiera gustado escribir "a cuatro manos junto con mi hermano", pero ha señalado que él tenía "mucho trabajo e íbamos a tardar años que yo no tenía porque había que entregarlo".

Con posibles reacciones a lo que cuenta en sus memorias, Tusquets ha señalado que la "más previsible" era la de Rosa Regás, que escribió "una carta al director en La Vanguardia" ya que, como ha confesado, "es el único personaje que creo que lo que digo de él es grave" y ha especificado que "no ha habido ninguna queja más".

De todas formas, ha querido incidir en el hecho de que "los temas conflictivos es una mínima parte del libro", que está escrito "sin ira" y ha recordado que se animó a hacerlo porque "aunque tengo fama de ser muy dura, acabo cediendo siempre".

Paralela a su inmersión en el mundo editorial con Lumen, de la que señala que "es interesante lo que están haciendo", la escritora ha expresado que hoy día hay muchos "pequeños editores que empiezan con pocos medios y que quieren editar con coherencia y hacer libros de calidad".

Ha incidido en la idea de que "a veces nos olvidábamos de que era un negocio, pero era el revés" ya que, como ha definido, "es un juego de azar donde apuestas por diez títulos y esperas que alguno por lo menos se destaque".

"Lo divertido", ha detallado, "es que lo decide la gente" ya que "un editor no puede crear de la nada un best-seller" y ha especificado que "muchísimos de esos best-sellers han salido de libros que han sido rechazados por otras editoriales y que no preveían que iban a tener ese éxito".

Por ejemplo, ha continuado, "dos escritores de Lumen que son Mafalda y Umberto Eco los tuve de casualidad, sin pagar anticipos gordos y sin creer que iban a ser un best-seller" y ha reconocido que les ocurrió lo contrario, como 'Las lágrimas de Angélica' "que lo rechazamos y al final triunfó".

Ante la abundancia de títulos en el mundo editorial, Tusquets ha criticado que ya en los años 60 "el gran defecto de la edición española era que se editaba demasiado y en lugar de mejorar ha empeorado" ya que, en su opinión, "somos uno de los países menos lectores y más productores de libros".

No justificado por la calidad, "ya que se edita todo incluso novelas malísimas traducidas y españolas", la autora catalana ha especificado que en una empresa de este tipo "puedes probar todo" y ha recordado que en Lumen, por ejemplo, una vez "sacamos un libro sin título en la cubierta".

Una etapa que recuerda "muy divertida", pese a que ha aseverado que al final estaba "un poco harta" porque fueron "40 años y estaba aburrida, sobre todo de distribuidores" y ha detallado que no quería tener "una gran editorial porque no me apetecía nada crecer".

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