FAES retrata a Canalejas como un reformista que apostó por el progreso social

  • La fundación FAES ha presentado hoy un libro sobre el expresidente del Gobierno José Canalejas (1854-1912) en el que retrata su perfil como el de un político que aportó a España "actuaciones reformistas" y "cierto intervencionismo" para conseguir progresos sociales.

Madrid, 1 abr.- La fundación FAES ha presentado hoy un libro sobre el expresidente del Gobierno José Canalejas (1854-1912) en el que retrata su perfil como el de un político que aportó a España "actuaciones reformistas" y "cierto intervencionismo" para conseguir progresos sociales.

Así lo ha manifestado el historiador y autor del libro Salvador Forner, que ha participado en la presentación de la obra "Canalejas. Un liberal reformista" -publicada por la fundación FAES- en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

El historiador ha relatado que Canalejas, que murió asesinado en un atentado anarquista en noviembre de 1912, no fue un "demócrata en el sentido" de que "abra la democracia" -ya que rechazaba la reforma de la Constitución de 1876, ha matizado-, sino que se aproximaba a otras vertientes europeas, que se "incardinan en el liberalismo" y que apostaban por una soberanía a caballo entre la Corona y las Cortes.

Por este motivo, ha situado a Canalejas en lo que denomina "liberalismo constitucional" y ha citado logros como su apuesta por el sufragio universal y otros avances en los convulsos años del Sexenio Revolucionario.

Su apuesta por las reformas le originaron, según ha explicado Forner, "problemas" y "enemistad" con sectores sociales y políticos que estaban "extramuros del régimen".

Antes de la intervención del autor del libro, el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid Ricardo Martín de la Guardia, ha afirmado que Canalejas apostó por el intervencionismo para hacer del Estado "un agente para conseguir el progreso social" y defender a los ciudadanos, principalmente a la clase obrera.

Ha recordado que Canalejas tuvo que hacer frente a las movilizaciones obreras, el problema secesionista de Cataluña, el "acoso" de los partidos conservadores y las "algaradas republicanas", entre otras cuestiones.

Supo sobreponerse, ha dicho, a su propio partido, que le negaba la "mayoría estable", y a las vicisitudes de la época.

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