Fernando Rey y Alejandro Marcos, primeras orejas de la feria de Gijón

Gijón, 11 ago.- Los novilleros Fernando Rey y Alejandro Marcos cortaron una oreja y dieron una vuelta al ruedo sin trofeo cada uno en el festejo con el que se inauguró hoy la feria de Begoña de Gijón.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Jandilla, el tercero como sobrero, bien presentados y de variado comportamiento. Fueron buenos, primero, tercero y cuarto; el segundo tuvo pocas fuerzas, el quinto fue un inválido, y el sexto, deslucido.

Fernando Rey: pinchazo y estocada fulminante (oreja); y dos pinchazos y estocada (vuelta al ruedo tras petición de oreja).

Clement Dubecq "Clemente": estocada (ovación); y el quinto tuvo que ser apuntillado al inutilizarse durante la lidia y no quedar ya en los corrales ningún sobrero (ovación de consolación).

Alejandro Marcos: media (oreja con petición de la segunda); y media (vuelta al ruedo).

La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde entoldada.

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ROZANDO LA GLORIA

Fernando Rey cortó la primera oreja de la Feria de Begoña del novillo que abrió plaza, un noble aunque flojito ejemplar de Jandilla al que toreó variado de capote mostrando buen estilo tanto en las verónicas del recibo como en el quite posterior por tafalleras.

Rey brindo al público una faena de interesante componente artístico, sobre todo en un toreo al natural de gran sabor, que llevó la emoción al tendido gijonés. Hubo pinchazo previo a una gran estocada, de efecto fulminante, que le permitió pasear un apéndice.

Precisamente, la espada fue la que le privó de redondear un triunfo mayor en el cuarto, al que saludó con dos largas de rodillas en el tercio, y con el que volvió a brillar con el percal, esta vez por chicuelinas. Con la muleta destacó nuevamente en el toreo fundamental sobre ambas manos en una faena seria y compacta. Los dos pinchazos previos a la estocada final le hicieron perder el trofeo.

El francés Clemente apenas dejó poso en su primera labor ante un novillo de escasas fuerzas y medias embestidas, con el que no llegó a acoplarse en ninguna fase de su lidia en una faena de lo más anodina. Lo único destacable, la buena estocada con la que dio muerte a su antagonista.

No pudo tener más mala suerte Clemente en el quinto, un novillo inválido que no pudo ser devuelto al no quedar más sobreros en los corrales, y tuvo que ser apuntillado entre en enfado general. No obstante el joven galo fue consolado con una ovación del respetable.

El primero de Alejandro Marcos tuvo que ser apuntillado tras inutilizarse en el tercio de varas. En su sustitución salió un sobrero del mismo hierro titular de buena condición al que el salmantino cuajó una faena de mucho calado en los tendidos por lo bien que interpreta el toreo, muy cadencioso y estético.

Labor bien cimentada y rubricada de forma certera con los aceros, lo que le permitió pasear una oreja.

En el que cerró plaza dio una vuelta al ruedo al término de una faena irregular en la que Marcos destacó en alguna tanda aislada de buena factura.