Alfredo Landa, un actor lleno de registros, fallece a los 80 años

Madrid, 9 may.- Alfredo Landa, muerto hoy a los 80 años, interpretó un centenar de películas, en parte comedias frívolas que dieron pie al "landismo", pero también personajes memorables, como el padre de una familia de campesinos, Paco "El Bajo", en "Los santos inocentes", que le dio la Palma de Oro en Cannes.

Hace apenas dos meses que Landa había cumplido 80 años. Vivía retirado del cine y de la vida pública desde 2008 y en 2009 sufrió un ictus que le postró en una silla de ruedas.

Nació el 3 de marzo de 1933 en Pamplona. Hijo único de un oficial de la Guardia Civil, pasó parte de su infancia en distintos lugares y vivió su adolescencia en San Sebastián, donde fundó con unos amigos el Teatro Universitario, con el que representó comedias de Miguel Mihura, Jardiel Poncela y Truman Capote, entre otros.

En 1957 llegó a Madrid, donde dobló películas en los Estudios Oro Films y Exa, y debutó en el cine con un pequeño papel en "El puente de la paz" (1958), de Rafael J. Salvia.

En 1960 se estrenó en el teatro profesional con "Nacida ayer", que representó en el Teatro Recoletos y a la que siguió la comedia de José Alonso Millán "La felicidad no lleva impuesto de lujo", una de las más aplaudidas de Landa en el escenario.

Pero su trayectoria fue más significativa dentro del cine.

En 1962 fue uno de los protagonistas del divertido "Atraco a las tres" de José María Forqué, tras el cual apareció en "El verdugo" de Luis García Berlanga (1963), "Historias de la televisión" (1965), de José Luis Sáenz de Heredia, y "Ninette y un señor de Murcia" (1965), que llevó a la gran pantalla el polifacético Fernando Fernán Gómez.

Parte de sus películas fueron comedias de tono frívolo que dieron pie, en los años sesenta y setenta, al término "landismo"; es decir, el hombre prototipo en la España del destape, fanfarrón y reprimido.

Aparte de las comedias frívolas, Landa forma parte de la historia del cine por sus interpretaciones en películas como "Los Santos Inocentes" de Mario Camus, por la que el actor compartió en Cannes con Paco Rabal el premio al mejor actor; o "El bosque animado" (1987) y "La marrana" (1992), ambas de José Luis Cuerda, que le brindaron sendos Goyas al mejor actor.

Aparte de estos y otros muchos directores, Landa trabajó en siete películas de José Luis Garci, entre ellas "Las verdes praderas" (1979), "El crack 1 y 2" (1981 y 1983), "Canción de cuna" (1994), "Historia de un beso" (2002), "Tiovivo C. 1950" (2004) y "Luz de domingo" (2007), su trabajo de despedida.

También fue dirigido por Antonio del Real ("El río que nos lleva", 1989), Luigi Comencini ("Marcelino, pan y vino", 1991), Miguel Hermoso ("La luz prodigiosa", 2003) o Jesús Bonilla ("El oro de Moscú", 2003), entre otros.

De su paso por la televisión se recuerdan las series de TVE "Tristeza de amor" (1986), "Don Quijote" (1992), donde fue el Sancho Panza de Fernando Rey; además de "Lleno por favor" (1993), en Antena 3, y su colaboración en "Los Serrano" (2003), de Telecinco.

En los últimos años, Landa vivió gratas sorpresas, como el Goya de Honor (2007), el Premio de la Unión de Actores (2008) o la biografía "Alfredo el Grande. Vida de un cómico" (2008), de Marcos Ordóñez, pero a comienzos del siguiente año sufrió un ictus que le postró en silla de ruedas.

Entre otros muchos premios, recibió el Catalina de Oro del Festival Internacional de Colombia (1988) por "Tata mía", de José Luis Borau; el Premio de la Asociación de Actores (Aisge) del Festival de San Sebastián (2003); el Premio La Casa del Actor a su trayectoria (2006); o la Biznaga de Oro a su carrera (2007), del Festival de Cine Español de Málaga, donde anunció su despedida profesional.

Sus últimas apariciones públicas datan de 2008, cuando recibió el Premio de la Unión de Actores por su papel en "Luz de domingo", de José Luis Garci, la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid y el Premio Príncipe de Viana a la Cultura 2008 en su tierra, Pamplona, y de manos del Príncipe de Asturias.