Santiago Mitre sacude la conciencia de jóvenes y adultos con "El estudiante"

Juan González

Gijón (Gijón), 26 nov.- El director argentino Santiago Mitre consiguió impactar por igual a jóvenes y adultos y sacudir sus conciencias con "El estudiante", su primer largometraje en solitario, que se ha alzado con los tres premios más importantes del Festival de Cine de Gijón.

El jurado internacional le dio el premio Principado de Asturias al mejor largometraje compartido con la producción francesa "Declaración de guerra", interpretada y dirigida por Valérie Donzelli, y también el de mejor guión por la brillantez de los diálogos y la fuerza de una historia que recupera valores adormecidos.

Pero, además, la película fue galardonada como la mejor del festival por el jurado joven, que se sintió "totalmente identificado" con la necesidad expresada en ella de recuperar la "ética" en la actividad política, en una coyuntura mundial de crisis económica y de desprestigio de las clases dirigentes.

"El estudiante" gustó a todo el mundo, a adultos y a jóvenes, y la convicción de que podría alzarse con alguno de los premios del palmarés quedó evidenciada en el pase para prensa y crítica, pero sobre todo en la proyección para el público general, que llenó la sala del Teatro Jovellanos y aplaudió el final de pie durante varios minutos.

"Tiene sangre, garra y un final precioso", dijo el chileno Alberto Fuguet al justificar los motivos del jurado para darle el premio, dejando fuera del palmarés producciones europeas y estadounidenses con estéticas y temáticas más acordes con la línea de un festival que se define como la "meca" del cine independiente y de vanguardia.

Mitre sorprendió a los espectadores con una historia que refleja la pasión de los argentinos por la política, mientras Europa ve cómo el Estado de bienestar se diluye al ritmo en que caen los valores en la Bolsa y suben las primas de riesgo para el pago de las deudas públicas.

La portavoz del jurado joven fue elocuente al afirmar que la problemática que narra el filme argentino "es el mismo" en todo el mundo, donde es necesario que la política deje de ser exclusivamente el arte de la negociación y el "chanchullo" para que afloren los principios y la dignidad.

"El estudiante" es una película de muy escaso presupuesto, y eso también fue valorado por el jurado internacional, que está convencido de que, a causa de los recortes en las subvenciones oficiales, el futuro del cine está vinculado a este tipo de producción "de garaje".

La estética de documental impuesta por las dificultades presupuestarias, que obligaron al director a rodar el "movimiento de la gente en la calle y en la universidad" para darle cuerpo a los planos secuencia, lejos de restar, le sumó credibilidad.

Mitre cautivó en Gijón a un público que está necesitado de creer en algo superior a la transacciones de todo tipo, a las bajezas y al menoscabo de los intereses generales por el beneficio particular o las ansias de poder.-