García Gutiérrez, el romántico que cumple 200 años

  • Isabel Laguna.

Isabel Laguna.

Cádiz, 30 jun.- No hay nada más romántico que caminar 600 kilómetros, desde Chiclana de la Frontera a Madrid, para cumplir un sueño. Eso fue lo que hizo el escritor Antonio García Gutiérrez, que nació hace ahora 200 años y fue autor, entre otras muchas obras, de "El trovador" y "Simon Bocanegra", que Verdi llevó a la ópera.

Chiclana de la Frontera, el pueblo gaditano en el que García Gutiérrez nació el 5 de julio de 1813, arranca esta semana una programación especial para reivindicar la figura de su poeta y rescatar de las penumbras de la historia la figura de un hombre al que los escritores deben poder cobrar los derechos de autor que generan la puesta en escena de versiones musicales de sus textos.

La inauguración, el mismo día 5, de la exposición "García Gutiérrez, el triunfo del romanticismo" en el Museo de Chiclana será uno de los platos fuertes del arranque de esta conmemoración, que se inicia así con un recorrido por más de 150 piezas cedidas por instituciones como la Biblioteca Nacional, la Real Academia de la Lengua o el Museo Nacional del Teatro.

Entre otras muchas piezas, desde retratos a grabados o cartas, estará su primera y segunda versión, refundida en verso, de "El Trovador", la obra que Verdi convertiría en una de las óperas más emblemáticas de todos los tiempos y que, como "Simón Bocanegra", están basados en dos de los dramas más famosos de García Gutiérrez.

El poeta que, hijo de un ebanista, se definió como "un aristócrata del talento" tendrá en esta conmemoración un regalo muy especial, el estreno mundial en su pueblo, el 5 de octubre, de una versión flamenca de "El trovador", dirigida por Gustavo Tambascio y que protagonizará el cantaor Arcángel.

Este montaje, titulado "El trovador flamenco" y en el que se mezclarán el cante, el teatro y el baile, viajará después a Roma, a Nápoles y al Teatro Español de Madrid.

No será la única nueva lectura que Chiclana de la Frontera ofrezca de García Gutiérrez y del movimiento literario que representó, el romanticismo, porque antes, el 3 de julio, se estrenará la versión en castellano de "Románticos" de la compañía gallega "Mofa & Befa"; el jueves 4 de julio la compañía zaragoza "LaMov" ofrecerá una versión en danza de "El Trovador", y el 17 la compañía TNT pondrá en escena "La Dama de las Camelias", la obra de Alejandro Dumas que Verdi adaptó en "La Traviata".

Cursos, conferencias o conciertos, como el "Homenaje a Verdi y García Gutiérrez" que la Orquesta Sinfónica de Córdoba ofrecerá el 31 de agosto o el que bajo el título "García Gutiérrez, un poeta en la Zarzuela" ofrecerá el 13 de septiembre la Camerata Vocal e Instrumental del Gran Teatro Falla de Cádiz, conforman también la programación con la que se homenajea a García Gutiérrez.

Todo ello para recordar a un hombre que versificaba al vuelo y que quiso ser poeta a toda costa. Ese fue uno de los principales motivos que le empujó, en 1833 y desafiando las prohibición de su padre, a marchar a pie desde Chiclana a Madrid, donde a los 22 años ya era un popular emblema del movimiento romántico.

Fue miembro de la Real Academia de la Lengua, ocupó cargos diplomáticos en Italia y Francia, vivió, entre otros lugares, en Cuba y México, y fue los últimos doce años de su vida, hasta que murió en 1884, director del Museo Arqueológico Nacional, dentro de una trayectoria en la que se han contabilizado más de 86 obras, así como libretos de diecisiete zarzuelas.

Todo un personaje sobre el que, ahora, cuando se cumplen doscientos años de su nacimiento, planea la pregunta de por qué su nombre ha quedado relegado.

"Esa es la gran pregunta", comenta a Efe Juan Carlos Rodríguez, comisario de los actos de conmemoración del Bicentenario de García Gutierrez en Chiclana de la Frontera.

"Fue muy popular en su tiempo, tanto como Espronceda o Zorrilla", apunta el comisario, que destaca que fue tan fiel al romanticismo que, cuando este movimiento de vida breve quedó relegado, él fue "poco a poco quedando caduco".

Pese a todo, nadie le niega su vocación innovadora, desde la mezcla de verso y prosa de sus obras a su capacidad de saltarse las ataduras de las estructuras narrativas lineales de la época para apostar por crear sorprendentes técnicas en la que los personajes y las tramas "salen y entran, casi como en el cine contemporáneo", explica Rodríguez.

Pero además de sus logros estilísticos, otro de los hitos de García Gutiérrez -el primer autor que, en 1836 tras el estreno de "El Trovador" en el Teatro Príncipe de Madrid, subió al escenario para ser aclamado por el público- fue el artífice de un cambio legislativo que cambió las condiciones de vida de los autores,

Fue en 1854, cuando, tras el estreno en el Teatro Real de "Il trovatore" de Verdi, García Gutiérrez pidió amparo al Gobierno por el impago por parte de la dirección del coliseo de los derechos de autor, un pleito que el poeta romántico ganó.

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