Madrid, 3 oct.- Deportes al margen, la imagen de calidad española en el extranjero tiene en la gastronomía, la moda y la arquitectura tres de sus pilares y en ellos se ha soportado la VII Millesime para homenajear a quienes "exportan a otros países el formato 'made in Spain' y lo llevan a lo más alto".
Lo ha hecho con Españoleart, que ha transformado el Pabellón de la Pipa de la Casa de Campo de Madrid en una ciudad en la que moda, arquitectura e interiorismo dialogan con la alta cocina, tapas tradicionales, vinos excelsos, cócteles glamurosos y las "delicatessen" más deseadas, dándole a cada lugar el ambiente apropiado.
El prestigioso arquitecto Héctor Ruiz-Velázquez ha estado al frente del diseño de esta efímera ciudad, con la colaboración, entre otros, de estudios como Raquel Chamorro, 108!, Cul de Sac, DR y Muher, y modistos de la talla de Amaya Arzuaga, Modesto Lomba, Agatha Ruiz de la Prada, Ángel Schlesser, Roberto Torreta y Roberto Verino.
Los diseños de alta costura y fama internacional se exponen en la Avenida de la Moda, para contemplar los escaparates que los alojan con una copa de vino bajo la recomendación de algunos de los mejores sumilleres de España, tras haber degustado productos de alta gama como ibéricos, trufas, conservas marinas o aceites de oliva virgen extra.
La diseñadora Raquel Chamorro ha dado vida a uno de los espacios más glamurosos y con última tecnología de esta cita gastronómica y social, el Bulevar, donde los dorados evocan al champán y el negro al caviar que pueden degustarse allí.
"Restaurante y diseño mantienen un diálogo que es imposible disociar: los platos tienen mucho que ver con el entorno donde se comen, porque no es lo mismo un japonés que un peruano, un establecimiento de alta cocina que una cafetería", explica Chamorro en una entrevista con Efe.
Ella, que diseña con el mismo cariño y dedicación un palacio en los países árabes bendecidos por el petróleo que una vivienda humilde -como demostró en el televisivo "Reforma sorpresa"-, también crea espacios en restaurantes "hablando con los chefs para saber los colores y aromas que quieren transmitir, la volumetría o el sonido".
Atendiendo a estas necesidades en Millesime, expone "por primera vez" tecnología avanzada en forma de cuarterones, cristales opacos, lacados de altos brillos, burbujas doradas que ascienden por una columna transparente y lienzos con barrido reactivo, para crear "un lugar de encuentro y de diálogo muy glamuroso y 'cool'" que componen "una arquitectura efímera muy sólida".
Este diseño que hace olvidar al visitante que se encuentra en un pabellón ferial para transportarle a la ciudad más "trendy", continúa en espacios como El Mentidero -lugar de reunión y conversación- o una terraza vegetal abierta para regocijo de los fumadores que el centro de jardinería decorativa Fronda ha convertido en un oasis vegetal.
Aunque Millesime cierra hoy sus puertas al ámbito profesional, a partir del sábado en jornada completa y el domingo por la mañana podrá ser visitado por todos aquellos interesados en la gastronomía y, también, en su diálogo con otras artes. EFE
ps/cr
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