Hassan Usmanov recupera el ballet ruso clásico con "El lago de los cisnes"

Madrid, 8 may.- Los bailarines de Classic Russian Ballet preparan sus tutús y zapatillas para el estreno de "El lago de los cisnes", un cuento popular del imaginario ruso que, bajo la dirección de Hassan Usmanov, se estrena esta noche en el Teatro Nuevo Apolo.

Hassan Usmanov, director de la compañía Classic Russian Ballet, cuenta "con cuatro decorados distintos, un vestuario muy grande y una historia de amor que ha sobrevivido a las garras del tiempo" para hacerse con el público de la capital, ha comentado en una entrevista con Efe.

Usmanov recupera el gran ballet con el que Merius Petipa aderezó la música de Tchaikovsky, porque "no hay nada mejor que una maravillosa leyenda sobre el amor para acompañar a las maravillosas coreografías clásicas del ballet".

Un príncipe enamorado de una mujer atípica que por el día tiene forma de cisne como consecuencia del hechizo de un espíritu maligno, pero bajo la luna se transforma en una hermosa mujer.

Aunque Hassan ya está "mayor para el baile", sigue teniendo "mono". Por eso todavía se sube a los escenarios para interpretar pequeños papeles, aunque, como él mismo dice bromeando, "con la vejez se puede bailar, pero no queda bonito".

Lo que sí describe como "maravillosa" es la escenografía clásica que se ha preparado para la ocasión: "No hay nada que pueda suplir a los decorados con pintura de verdad, pero estos transmiten la sensación de que estás viviendo el teatro de verdad".

Alexander Butrimovich, Olga Grigorieva, Natalia Kungurtseva y Timur Kinzikeev llevan años bajo las órdenes de Hassan Usmanov, y todos han dado su vida por las zapatillas de ballet.

"Empiezas muy joven: a los 10 años empieza la formación seria y dura unos 8 años. Si llegas a los 19, ya no hay vuelta atrás, no tienes escapatoria: el mundo del ballet te ha absorbido para siempre", ha dicho la bailarina Kungurtseva.

Los espectáculos de ballet clásico ruso son frecuentes en las grandes capitales europeas, pero Timur Kinzikeev nos insta a que no nos dejemos engañar: "La manera de interpretar las coreografías de cada solista hace que sean experiencias completamente distintas."

"El bailarín de ballet es como un actor: cada día absorbe la energía del público y se mete en el papel que le toca. Incluso dentro de la misma compañía, si baila un solista u otro, se nota una diferencia abismal", ha aclarado el bailarín Kinzikeev.

"El lago de los cisnes" es el primero de los tres espectáculos que el Classical Russian Ballet trae a la capital. Desde 22 de mayo la música de Tchaivosky dejará de sonar en el Teatro Nuevo Apolo para dar paso a Adolphe Adam y el ballet "Giselle" hasta el 26 de mayo.

Por último, del 29 de este mes hasta el 2 de junio, "La bella durmiente" cerrará las propuestas con las que Hassan Usmanov y la compañía Classic Russian Ballet quieren conquistar al público madrileño.