Hayek y Banderas, de "sirvienta" y "chico malo" a estrellas de Hollywood

  • Fernando Mexía.

Fernando Mexía.

Los Ángeles (EEUU), 27 oct.- Cuando Salma Hayek y Antonio Banderas llegaron a Hollywood les dijeron que harían papeles de sirvienta y delincuente por su origen latino, unos estereotipos que superaron hasta convertirse en estrellas del celuloide a las que ahora les basta su voz para protagonizar películas.

La mexicana y el español estrenan el viernes "Puss in Boots", la sexta colaboración de su carrera y la primera de animación, un género que parecía inalcanzable para ellos cuando se aventuraron en la meca del cine al comienzo de la década de 1990.

"Yo llegué a este país sin hablar la lengua. Hacer animación era inconcebible", comentó el malagueño en una entrevista con Efe junto a Hayek en Los Ángeles, la ciudad que les acogió hace 20 años, aunque los principios fueran duros.

"No conocía a nadie y se reían de que tuviera la intención de hacer lo básico como artista", explicó la veracruzana, quien le dijo a Banderas que al menos él era "un galán chico Almodóvar".

"Llegaste en un plato de nominaciones, tenías un nombre, eras popular y la gente te buscaba. Yo no tenía nada", indicó Hayek, que tuvo que aguantar muchos desplantes por parte de la industria estadounidense.

"Me han dicho de todo, cosas que no te puedes imaginar: 'Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida, tienes un talento impresionante, qué lástima que cuando abras la boca le tengas que recordar a todos los que vean la película a su sirvienta'", aseguró la actriz con cierta indignación.

En otra ocasión llegó a escuchar que su carrera estaba truncada desde el inicio por ser mexicana.

"Si hubieras nacido unos metros para arriba de donde naciste hubieras sido la más grande estrella de este país, del mundo", fue otro de los comentarios que recordó Hayek.

A pesar de todo, la actriz estaba decidida a modificar la visión de Hollywood sobre los latinos.

"Lo que me dijeron me motivó... 'Están en un error, entiendo que todo el mundo tiene derecho a su propia ignorancia pero al final de cuentas esto tendrá que cambiar'", alegó la intérprete, que una década después de debutar como una latina de un barrio conflictivo de Los Ángeles en "Mi vida loca" era nominada al Óscar por "Frida" (2002).

Hayek encontró "una pequeña abertura", como ella calificó a su oportunidad de progresar en el cine, en el aspecto "sexual".

"Nunca me hubieran dejado hacer de astronauta, pero la chica sexy... por ahí me metí y luego fue más fácil brincar a otros papeles", admitió la mexicana, que exhibió su figura en "Desperado" (1995), "From Dusk Till Dawn" (1996) o "Wild Wild West" (1999).

Banderas, por su parte, aterrizó en Hollywood como "latin lover" del gusto de Madonna, según confesó la cantante en el documental "Madonna: Truth or Dare" (1991), para hacer "The Mambo Kings" (1992), donde dio vida a un inmigrante cubano que trataba de abrirse camino en la música.

"Recuerdo que me comentaban los hispanos que si me iba a quedar en Hollywood tenía que hacer de malo, eso era lo que tocaba. No existía en la mente de los estudios la posibilidad de crear héroes hispanos y que el malo fuera anglosajón", indicó el actor, que encarnaría al taquillero Zorro años después ("The Mask of Zorro", 1998).

"Allí el malo era un rubio con el pelo largo y los latinos eran los heroicos. Eso sí se ha ido ganando", dijo Banderas, para quien lo principal está en que la propia comunidad latina "se crea realmente el rol que juega en el país".

El actor repasó su filmografía e hizo hincapié en la variedad de papeles que ha hecho, desde "el novio de Tom Hanks" ("Philadelphia")" a películas de vampiros ("Interview with the Vampire: The Vampire Chronicles"), cintas de acción ("Assassins") y filmes para niños ("Spy Kids").

No obstante, el español reconoció que mucha gente lo sigue viendo como "latin lover".

"El estereotipo camina delante de ti y es casi imposible quitárselo de encima", confesó Banderas, que en "Puss in Boots" retoma su personaje de gato espadachín, su versión felina del Zorro, que demostró tener tanto carácter como secundario en la saga "Shrek" que el estudio DreamWorks se decidió a darle su propia película.

En el filme, Puss (Banderas) se embarca en una aventura de cuento para salvar a su pueblo y convertirse en una leyenda con la ayuda de una gatita de guante blanco, Kitty Softpaws (Hayek), con la que tendrá sus más y sus menos.

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