"Hernán Cortés no pisa un indio, sino ídolos aztecas", afirman los vecinos

  • Medellín (Badajoz).- La estatua de Hernán Cortés en Medellín, saboteada esta madrugada por un grupo autodenominado "Ciudadanos anónimos", no tiene la cabeza de un indio bajo los pies del conquistador, sino trozos de altares e ídolos aztecas.

"Hernán Cortés no pisa un indio, sino ídolos aztecas", afirman los vecinos
"Hernán Cortés no pisa un indio, sino ídolos aztecas", afirman los vecinos

Medellín (Badajoz).- La estatua de Hernán Cortés en Medellín, saboteada esta madrugada por un grupo autodenominado "Ciudadanos anónimos", no tiene la cabeza de un indio bajo los pies del conquistador, sino trozos de altares e ídolos aztecas.

Así lo afirman vecinos de esta población extremeña, cuna del descubridor de México, que no cesan de acudir espontáneamente a ver la pintada roja con la que ha amanecido hoy la figura en bronce de su paisano.

Los vecinos de Medellín tratar de rebatir así el argumento principal que han dado los autores de la pintada, quienes han justificado su sabotaje calificando a Cortés de "pobre asesino" y de "pisar la cabeza despojada de un indio".

"Todo el mundo sabe -añaden los vecinos de Medellín, indignados por lo ocurrido- que lo que pisa el conquistador es un ídolo azteca y que no va más allá de eso, lejos de tintes genocidas de un pueblo como el español hacia los pueblos precolombinos, como quieren hacer ver los autores de esta salvajada".

El monumento dedicado a Hernán Cortés es obra de Eduardo Barrón, que inició los primeros trabajos escultóricos en febrero de 1889.

La obra, en bronce, se fundió en la empresa Federico Masriera de Barcelona en 1890, su peso es de unos 3.200 kilos, tiene tres metros de altura, aunque incluyendo la bandera y el pedestal alcanza los ocho metros.

La obra escultórica presenta a Cortés en traje militar, sosteniendo el estandarte de Castilla y el cetro de mando, y teniendo bajo sus pies trozos de altares e ídolos aztecas.

Su coste hace 120 años fue de 10.280 pesetas y el bronce fue aportado a partir de viejos cañones de guerra.

En abril de 1890 se procedió a la bendición y colocación de la primera piedra del pedestal, realizado en piedra de Novelda en el centro de la plaza de Hernán Cortés, a escasos metros del lugar que ocupara la casa natal de conquistador, y el 2 de diciembre de ese mismo año, aniversario de la muerte de Cortés, se inauguró el monumento.

La estatua está rodeada por dos cabezas de león unidas por una barra, en cada uno de los lados del pedestal y sobre ellas hay cuatro escudos, también de bronce, con los nombres de las cuatro batallas más importantes de la conquista de México, es decir, Otumba, Tlaxcala, Tabasco y México.

Mostrar comentarios