Ingólfsson lleva la novela negra a una Islandia mágica en "El enigma Flatey"

  • La aparición de un muerto en una isla deshabitada es el inicio de "El enigma Flatey", novela negra del escritor Viktor Arnar Ingólfsson que entrelaza una trama en los años 60 con historias medievales, en una Islandia "mágica y misteriosa" convertida de nuevo en un escenario de literatura policiaca.

Madrid, 1 abr.- La aparición de un muerto en una isla deshabitada es el inicio de "El enigma Flatey", novela negra del escritor Viktor Arnar Ingólfsson que entrelaza una trama en los años 60 con historias medievales, en una Islandia "mágica y misteriosa" convertida de nuevo en un escenario de literatura policiaca.

"Si la impresión del lector es que la isla es un lugar mágico y misterioso, entonces puedo estar muy satisfecho, porque es también mi sensación cuando estoy ahí", dijo a EFE el escritor islandés Viktor Arnar Ingólfsson, sobre una novela en la que destacan las meticulosas descripciones de la isla de Flatey y el archipiélago que la rodea.

Se trata del cuarto libro de Ingólfsson, nominado en dos ocasiones al Premio Glass Key de novela policiaca escandinava, y su éxito refuerza la reciente popularidad de la literatura islandesa, con escritores destacados como Arnaldur Indridason ("El pasaje de las sombras"), Hallgrímur Helgason ("La mujer 1000º") y Audur Ava Ölafsdóttir ("La excepción"), entre otros.

En "El enigma Flatey", el descubrimiento por parte de unos cazadores de un cadáver en avanzado estado de descomposición y rodeado de confusos mensajes y señales será el inicio de las investigaciones en la pequeña comunidad lideradas por el representante del gobernador, Kjartan, y el alcalde, Grímur.

Sus pesquisas les llevarán a averiguar que el muerto era un estudioso danés y que la clave del misterio puede ser el enigma del "Libro de Flatey", una obra literaria de la Edad Media sobre las sagas islandesas.

"El 'Libro de Flatey' es un bello manuscrito de 225 hojas en piel animal, el objeto más valioso en posesión de Islandia", dice el escritor, quien cree que algunas sagas "son como 'thrillers', pero también puede encontrarse en ellas un humor muy ingenioso".

La novela, publicada por Alfaguara, camina en dos direcciones al combinar la trama policiaca de los años 60 con fragmentos de historias de los reyes, héroes y damas de las sagas medievales.

Aunque Ingólfsson dice que la muerte es un "fenómeno natural" en una comunidad apartada y autosuficiente, la aparición de un cadáver en extrañas circunstancias resulta "muy desagradable" para la tranquila vida de Flatey, un lugar en el que vivían los abuelos del escritor y que él frecuentaba durante el verano cuando era un niño.

"El enigma Flatey" es la cuarta novela del autor, nominado en dos ocasiones al Premio Glass Key de novela policiaca escandinava, y ha sido traducida a más de diez idiomas, entre ellos, inglés, alemán, francés o japonés.

Preguntado acerca del éxito internacional de la novela nórdica criminal, el autor considera que lo que la convierte en algo especial es el "realismo social, los buenos argumentos y, a veces, el hilarante humor negro".

Además, cree que la popularidad de las novelas negras tiene que ver con la búsqueda de "estabilidad" de los lectores. "La novela negra es caótica, como la vida real, pero al final todo encaja en su sitio, al contrario que en la vida real. Así, todos los acertijos deben resolverse en la ficción, y el culpable debe ser atrapado", argumenta.

Tras haber sido traducida a más de diez idiomas, entre ellos, inglés, alemán, francés o japonés, Ingólfsson subraya en varias ocasiones que él escribió "El enigma Flatey" sólo para el público islandés y que no esperaba este éxito. Por ello, ahora trata de mantener los pies en la tierra.

"Es un buen sustento para el ego por un momento, pero luego mi esposa me pide que lave los platos, y la vida vuelve a la normalidad", explica el escritor.

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