José María de Cossío da nombre a la primera biblioteca en una plaza de toros

  • El escritor José María de Cossío tiene desde hoy un azulejo en la Monumental madrileña de Las Ventas, a la entrada de la sala y biblioteca que llevan su nombre, el primer espacio de esta índole en una plaza de toros.

Madrid, 6 jun.- El escritor José María de Cossío tiene desde hoy un azulejo en la Monumental madrileña de Las Ventas, a la entrada de la sala y biblioteca que llevan su nombre, el primer espacio de esta índole en una plaza de toros.

"Para la Comunidad de Madrid (CAM) es un honor tener en este recinto tan ilustre nombre, ya que fue Cossío el autor de la obra monumental por excelencia sobre el toreo", dijo el director del Centro de Asuntos Taurinos de la CAM, el también escritor Carlos Abella, que inauguró la sala y la biblioteca junto al sobrino del homenajeado, Ignacio de Cossío.

"Pocas artes tienen un tratado científico de tanta envergadura como 'el Cossío', la obra que inspiró don José Ortega y Gasset, y que llevó a cabo la persona que aquí se recuerda", insistió Abella.

"Se trata de un ejercicio de divulgación, conocimiento y defensa histórica del toreo como jamás se ha hecho", enfatizó el representante de la CAM.

En nombre de la familia habló Ignacio de Cossío, quien recordó a su tío como "genuino representante de la efusión, la palabra que no se cansaba de brotar, la amplia sonrisa acogedora".

"Porque en su alma había sobra de cariño, como en los campos las hay de hierba", se refirió Ignacio al citar un poema de las "Epístolas para amigos" que escribió su tío, o como le llamó Gerardo Diego en la dedicatoria de "Versos Humanos", Cossío fue "profesor ambulante de entusiasmo".

La poesía, los libros y los amigos fueron sus principales inquietudes en la vida, "y su interés por la fiesta de los toros partía posiblemente de la misma justificación que fundamentaba su devoción por lo literario y los poético".

En su gran tratado sobre "los Toros", la enciclopedia exhaustiva sobre el tema, "José María analizó 'la Fiesta' en su filosofía, en su anécdota, en sus entronques con el arte y la poesía".

Y al estar siempre dispuesto para la admiración, reflexionó el sobrino, "posiblemente cuando Camón Aznar escribió el aforismo de que 'sólo admiran los admirables' pensaba en ese hombre admirable que fue en todo momento José María de Cossío".

Gracias a Cossío, explicó su sobrino, "los toros entraron en el engranaje de lo cotidiano, como la prensa o la radio, con la ventaja de que aún siendo un espectáculo anterior al cine o la televisión, no ha sucumbido con el paso de los tiempos".

"Porque el toreo no es sólo un entretenimiento, es un arte. Y hasta que llegó Cossío el mundo de los toros era populista, confuso, abigarrado, caótico; y con su intervención y a través de su obra lo ordenó, fijó sus normas y lo convirtió en universal", enfatizó.

La sala cultural y biblioteca inauguradas hoy son contiguas y están situadas en los bajos del tendido 6 de la plaza de toros de Las Ventas, donde fue abonado durante muchos años al "palco 9" junto a personalidades como Domingo Ortega, el Duque de Pinohermoso, Emilio García Gómez y Sebastián Miranda.

El esbozo de esta biblioteca parte de la donación que hizo en su día la familia del que fuera crítico del diario "Marca", Celestino Espinosa, que firmaba "R. Capdevila".

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