La 25ª gala de los Goya, la ceremonia del morbo

  • Poco se ha hablado de las candidatas a los Goya de este año y mucho de los tira y afloja entre Ángeles González-Sinde y Álex de la Iglesia. La cacareada Ley Sinde se ha colado en el 25 aniversario de los Goya eclipsando la fiesta. Al final, la ceremonia de este domingo se ha convertido en la gala del morbo. Por aquello de ver a la Ministra de Cultura y al todavía presidente de la Academia caminando al mismo paso y encuadrados en el mismo plano.

El cine español navega en aguas revueltas. Este domingo celebra su fiesta -que cumple 25 años- y, en lugar de hablarse de premios, trajes de gala y palmaditas en la espalda, de lo que se habla es del enfrentamiento abierto entre la Ministra de Cultura y el Presidente de la Academia. Y todo eso en un año en el que los datos de taquilla no parecen acompañar a las producciones españolas. Este domingo, todo el mundo estará pendiente de la foto de Ángeles González-Sinde y Álex de la Iglesia y del discurso de éste como cabeza visible del cine español. ¿Habrá mención a la Ley de la discordia?

Nada hacía presagiar en la foto de los nominados del 22 de enero el huracán que estaba por vivir el cine español sólo unos días después. Mientras los Álex de la Iglesia, Icíar Bollaín, Rodrigo Cortés y Agustí Villaronga hacían el posado de rigor y lamentaban la escasez de público en las salas, algo se estaba fraguando. La Ley Sinde, que parecía muerta, revivió merced a un acuerdo entre PSOE, PP y CiU y sorprendió a todos, incluido el Presidente de la Academia, quien, molesto por la forma y el fondo, anunció su dimisión.

La resurrección de la Ley y la consecuente intención de dimitir de De la Iglesia generó unos nubarrones negros que aún no terminan de disiparse pese a que ambas partes hablen de distensión y normalidad. El cineasta, que había hecho de intermediario intentado encontrar consenso entre todas las partes, vio como le adelantaban por la derecha y no le gustó. Así que dijo abiertamente que lo acordado por los políticos no contentaba a nadie y comentó su intención de dimitir. Como respuesta, González-Sinde aseguró que si él consideraba que no podía seguir ejerciendo su labor como presidente era mejor que dejase el cargo.

Desatada la tormenta, llegó la reunión de los académicos, que apoyaron la idea de que su presidente siguiese hasta después de celebrada la gala. Eso sí, no se privaron de darle un buen tirón de orejas por montar la que había montado con sus declaraciones a título personal. Acordado esto, la Ministra salió de nuevo al paso alegrándose de la continuidad de De la Iglesia y dejando bien claro que pensaba acudir a la gala.

De momento, así está la cosa. Cuando se les pregunta siempre responden lo más políticamente correcto, pero de lo que todo el mundo está pendiente es de cómo será su encuentro el domingo en el Teatro Real. Cientos de cámaras les seguirán y sus gestos se analizarán hasta el más mínimo detalle en busca de rencillas disimuladas. Eso y el discurso de De la Iglesia como presidente. Habrá que ver si incluye mención a la ley de la discordia o si, por el contrario, el director de 'Balada triste de trompeta' decide correr un tupido velo y guardarse sus opiniones para mejor foro.

Anonymous planea calentar el ambiente

La postura de De la Iglesia fue altamente aplaudida en Internet. Las redes sociales se convirtieron en seguida en un hervidero de mensajes de apoyo para con el presidente, en quien los internautas han tenido un interlocutor predispuesto. Incluso otros personajes del panorama cultural como el escritor Arturo Pérez Reverte mostraron su apoyo abiertamente al director. Anonymous, uno de los grupos más activos de la red ya ha anunciado su intención de dejarse ver en los Goya.

La intención de este colectivo -fácilmente reconocible por cubrir su rostro con caretas estampadas con la imagen del protagonista de la novela gráfica 'V de Vendetta'- es presentarse en la Plaza de Oriente de Madrid. Más que apoyar a De la Iglesia, del que dicen esperaban más, su intención es protestar por la Ley Sinde. Lo tienen todo bien planificado, incluidos los puntos en los que apostarse, e invitan a todo aquel quiera sumarse a su iniciativa a que acuda ataviado con traje y careta. Eso sí, nada de violencia y sí muchos panfletos que repartir.

El otro enfrentamiento, el puramente cinematográfico

Ley Sinde a un lado, en la gala de los Goya de este domingo se escenificará otro enfrentamiento. El de Álex De la Iglesia e Icíar Bollaín. El presidente de la Academia contra la vicepresidenta. Eso sí, su lucha será meramente cinematográfica y se centrará en ver quién gana más estatuillas, si 'Balada triste de trompeta' o 'También la lluvia'. La primera cuenta con 15 nominaciones y la segunda con 13.

M. J. Arias
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