Madrid.- Figuras referenciales del cómic mundial, el guionista Kurt Busiek y el dibujante Alex Ross eran unos perfectos desconocidos a principios de los noventa, cuando dieron una vuelta de tuerca al cómic de superhéroes con "La era de los prodigios", reeditada ahora por Panini en su línea Marvel Heroes.
Tras una época caracterizada por la oscuridad y la violencia gratuita de los superhombres, Busiek y Ross fueron la punta de lanza de un nuevo movimiento en las historias del género, tendente a recuperar "el verdadero concepto de heroísmo", afirma Julián M. Clemente en el prólogo del libro.
"La verdadera magia de la obra está en el punto de vista elegido: el del hombre de la calle, el del testigo maravillado por cuanto contempla, representado por el fotógrafo del Daily Bugle Phil Sheldon", añade.
Este reportero gráfico trabaja para un periódico muy representativo del universo Marvel, ya que la cabecera ha figurado en las historias de numerosos personajes de la editorial, sobre todo en aquellas protagonizadas por Spiderman.
A través de su cámara, Sheldon invita a redescubrir hechos tan destacados como la trágica muerte de Gwen Stacy (primer amor de Peter Parker), la aparición del ser cósmico Galactus en la guerra kree-skrull, o la irrupción de los mutantes en la boda de Reed Richards (Señor Fantástico) y Sue Storm (Chica Invisible).
El lanzamiento de "Marvels. La era de los prodigios" se completa con otros dos títulos: "La Patrulla X. Hijos del átomo" (de Joey Case, Steve Rude, Paul Smith y Esad Ribic) y "Los 4 Fantásticos. Vuelta a los orígenes" (de John Byrne).
El primer cómic incide en el afán revisionista de Marvel, que durante los últimos cuarenta años ha alargado sus series con diversas secuelas y precuelas. "Hijos del átomo" empezó a editarse en 1999, narrando la creación de la escuela donde el profesor Charles Xavier protege a sus jóvenes mutantes.
La obra pretende responder algunas de las cuestiones que habían quedado en el tintero tras el nacimiento de la saga, creada en 1963 por Stan Lee y Jack Kirby. Estas viñetas desvelan secretos como la formación de la escuela, así como los motivos que empujaron al profesor a crear la Patrulla X.
En el caso del segundo libro, John Byrne otorga un renovado esplendor a la mítica historieta de Stan Lee y Jack Kirby, considerada por Julián M. Clemente como "el tebeo definitivo, aquel ante el que palidecieran los que habían existido antes y por el que deberían medirse todos los que llegarían después".
Partiendo de una revisión de los esquemas tradicionales, Byrne emprendió una etapa de seis años que algunos consideran como "la mejor que hayan tenido 'Los 4 Fantásticos' tras la marcha de sus creadores", según apunta Clemente.
El volumen recopila los ocho primeros episodios de aquella mítica trayectoria, definida por la emoción, la lírica y el entusiasmo que derrochan los guiones creados por Byrne, responsable a lo largo de su carrera de otras sagas tan emblemáticas como "Superman".
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