La huella de Hopper .... en carbono

  • Edward Hopper (1882-1967) no solo dejó su huella artística en los 320.000 visitantes que disfrutaron de su última exposición en Madrid sino que, por primera vez, un museo ha calculado la huella de carbono (impacto en emisiones contaminantes) generadas por uno de sus eventos.

Marina Segura

Madrid, 7 nov.- Edward Hopper (1882-1967) no solo dejó su huella artística en los 320.000 visitantes que disfrutaron de su última exposición en Madrid sino que, por primera vez, un museo ha calculado la huella de carbono (impacto en emisiones contaminantes) generadas por uno de sus eventos.

La exposición "Hopper", celebrada en el Museo Thyssen-Bornemisza entre junio y septiembre pasados, generó unas 3.700 toneladas de CO2 -el principal gas causante del efecto invernadero-, una cantidad "no muy alta", según Juan Pastor, de la consultora Ernst &Young, autora del estudio presentado hoy.

Las 3.700 toneladas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera son equiparables a la huella de carbono que originaron tres partidos del Mundial de Sudáfrica o cinco conciertos de la gira World Tour 360 del grupo U2.

El 91 % de las emisiones correspondió a los traslados de los más de 320.000 visitantes que acudieron a la exposición del artista estadounidense, la mayoría de los cuales lo hicieron a pie o en transporte público.

El hecho de que el Thyssen Bornemisza esté ubicado en el centro de la capital y esté bien comunicado por transporte público, rebaja notablemente el impacto, ha añadido Pastor, acompañado por el director gerente del museo, Evelio Acevedo.

Al impacto del desplazamiento de los visitantes, le sigue en importancia el transporte de las obras de arte, con 188 toneladas de CO2 emitidas, el 5 % del total de la huella de carbono.

Según Pastor, las vías para mejorar o aminorar la huella de carbono son la apuesta por una mayor eficiencia y la concienciación del público para que utilice más el transporte público.

Por su parte, el director gerente del Thyssen Bornemisza ha subrayado que el cálculo de la huella de carbono de la exposición representa una "visión nueva", que "nunca antes se ha hecho en España", y ha detallado las políticas de sostenibilidad del centro, que cuenta con veinte años de existencia.

Además de la financiera, Acevedo ha subrayado las políticas de sostenibilidad que el museo realiza en consumos como el agua y la electricidad.

Así, entre 2008 y 2011 ha rebajado el gasto de agua en un 13 % (2.000 metros cúbicos); un 15 % anual en el consumo eléctrico, un 52 % en la producción y distribución de frío, y un 48 % en el consumo de ventiladores.

Además, el museo ha sustituido los tradicionales ordenadores de sobremesa por los "thinclients", cuyo consumo eléctrico se reduce a la mitad.

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