La Justicia surcoreana multa a dos monjes budistas por una timba de póquer

  • Dos monjes de alto rango de la orden budista Jogye, la más numerosa en Corea del Sur, han sido sancionados con una multa de 1.776 dólares cada uno tras ser sorprendidos en una timba de póquer en un escándalo por juego ilegal, informó hoy la agencia surcoreana Yonhap.

Seúl, 10 ago.- Dos monjes de alto rango de la orden budista Jogye, la más numerosa en Corea del Sur, han sido sancionados con una multa de 1.776 dólares cada uno tras ser sorprendidos en una timba de póquer en un escándalo por juego ilegal, informó hoy la agencia surcoreana Yonhap.

El caso se conoció a raíz de unos vídeos difundidos por detractores de la orden, que el pasado abril filmaron en secreto a los monjes en un hotel del sur del país mientras jugaban a las cartas en partidas en las que apostaban miles de dólares.

"Los monjes deben ser considerados responsables de este incidente, que ha causado un enorme malestar social", destacó la sentencia del juez Lee Sung-yong, del tribunal de distrito de Seúl, que sancionó a los religiosos solo con multas al haber mostrado ambos su arrepentimiento, detalló Yonhap.

Tras destaparse el escándalo, varios monjes de la orden Jogye, incluido su líder, iniciaron un período ascético de 100 días en los que realizaron 108 reverencias diarias como "arrepentimiento".

Además, la orden tomó medidas drásticas como la de efectuar reformas internas, incluida la sustitución de algunos de sus líderes.

El tribunal también sancionó con 10 meses de prisión y dos años de inhabilitación al monje que los denunció por filmar la partida de cartas con un sistema de circuito cerrado de televisión que había instalado previamente en la habitación del hotel.

El vídeo desató una fuerte polémica en Corea del Sur, donde el juego es una actividad ilegal excepto en áreas especiales, como casinos dirigidos a turistas extranjeros, y posee connotaciones sociales negativas, además de contravenir los principios de humildad y austeridad que promulga el budismo.

El budismo, religión tradicional de Corea del Sur, es la más practicada con más de una quinta parte de la población, seguida por el protestantismo y el catolicismo en un país en el que casi la mitad de los ciudadanos se consideran no religiosos, según datos del último censo de 2005.

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