Madrid.- Zo Brinviyer (Madrid, 1982) ha obtenido hoy con su obra "El deseo de ser infierno" el Premio de Teatro para Autores Noveles Calderón de la Barca 2010, un galardón, ha dicho la autora a Efe, que significa "munición" para seguir en una batalla, la del teatro, en la que se ha dado "batacazos terribles".
El premio, al que se habían presentado 54 títulos y que convoca anualmente el Ministerio de Cultura a través del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) para reconocer y promocionar la labor de autores que no hayan estrenado públicamente más de una obra dramática, está dotado con 10.000 euros y la publicación del texto.
El jurado, presidido por el director del INAEM, Félix Palomero, destaca en su fallo, decidido por mayoría, "la madurez" de la pieza, en la que aprecian "solidez estructural", "intensidad de los recursos lingüísticos" y una poética "muy personal", elementos que hacen aflorar "una reflexión sobre la inadaptación como una de las señas de identidad del ser humano".
Además, el jurado resalta que "El deseo de ser infierno" lleva implícita "potencialidad" para diferentes puestas en escena.
La ganadora, nacida como María Burgos aunque desea ser conocida como Zo Brinviyer -un nombre "que no quiere decir nada" pero que le ayuda "a ser otra, a entrar en lo imaginario"-, ha asegurado a Efe nada más conocer el fallo que el premio le ha provocado "un desate de emociones".
Brinviyer, licenciada en Dramaturgia por la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) y formada en danza contemporánea y en boxeo, explica que lo suyo es la escena pero que se ha visto abocada "sólo" a escribir porque con los montajes con su compañía, La Forastera, se ha pegado "muchos golpes".
"Es muy difícil sobrevivir en este mundo, tener la energía de volverte a levantar cada vez que te caes", explica con un símil que remite al boxeo, que le gusta, aclara, "como deporte y como filosofía".
Sobre la obra ganadora, un "western" sobre el hipotético encuentro entre Billy el Niño con unos niños encarcelados en Francia, detalla que nació de su pasión por el "Oeste", "un mundo salvaje y lleno de oportunidades".
La autora empezó a jugar con la idea del personaje de un Billy el Niño adolescente que viaja con el espectáculo de Buffalo Bill a Europa y allí entra en contacto -recuperando la idea de Jean Genet en "El niño criminal"-, con críos encerrados en una cárcel que hubo en Francia en el XIX, algo que llamaban "colonia penal".
El Calderón de la Barca, asegura, es, sobre todo, "munición para seguir en la batalla, para vencer todas las dudas, miedos, parálisis e incluso asco que sientes a veces. Es fundamental para no abandonar", añade Brinviyer, que estudia en la actualidad Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Complutense de Madrid.
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