La novela experimenta con el formato multimedia

  • Tráileres, bandas sonoras, vídeos y demás materiales audiovisuales se convierten en complementos habituales de los textos de ficción.
Julio Vallejo / Aviondepapel.tv

Una imagen vale más que mil palabras. Esa vieja frase, piedra de toque de las batallas entre los defensores de la cultura escrita y aquellos otros valedores del imperio del audiovisual, resulta cada vez menos polémica. Parafraseando otra máxima muy utilizada, podríamos decir que la literatura, ante la imposibilidad de vencer en popularidad a la imagen, ha decido unirse a ella.

Ésa sería la razón principal por la que cada vez más las novelas se apoyan en productos multimedia como los tráileres, las bandas sonoras o los vídeos. La literatura no quiere perder el tren de los tiempos  y se está convirtiendo, en ciertos casos, en un verdadero producto multimedia.

Book tráiler

Hasta hace no mucho, la palabra tráiler era utilizada como sinónimo de los avances de películas de próximo estreno. Sin embargo, en los últimos años, esta estrategia promocional se ha ampliado al campo de los videojuegos y, desde hace tiempo, es casi moneda corriente a la hora de promocionar algunos lanzamientos literarios.

Dentro de este pequeño furor por los tráileres de libros destaca el cuidado y el mimo con el que se realizan aquellos que promocionan mash-ups literarios. Estas novelas, cuya fórmula consiste en coger un libro o personaje clásico para tunearlo con algún elemento extraño, principalmente procedente del terror, son productos de marcado tono juvenil, un sector bastante más abierto al lenguaje audiovisual que al escrito. Por esta razón, sus tráileres suelen ser verdaderos cortometrajes que se limitan a ilustrar en imágenes algún pasaje del volumen en cuestión.

Especialmente curiosos resultan los correspondientes a “Sentido y Sensibilidad y monstruos marinos”, peculiar emparejamiento contra natura del clásico de Jane Austen y los delirios frikis de Ben H. Winters, o “Abraham Lincoln, Vampire Hunter”, best-seller de Seth Grahame-Smith que convierte al que fuera presidente de los Estados Unidos en cazador de chupasangres.

Los españoles tampoco nos quedamos atrás a la hora de dirigir tráileres de nuestros textos literarios. El caso más interesante es el de Kirmen Uribe, Premio Nacional de Narrativa 2009, que se ha encargado el mismo de realizar el guión de un corto-tráiler que ilustra el primer capítulo de su novela “Bilbao-New York-Bilbao”.

Curioso también resulta, dentro de este peculiar universo del tráiler literario patrio, la animación que el colectivo Hotel Postmoderno ha creado para promocionar la atípica novela histórica “De la Habana un barco”.

Libros multimedia

Lejos de las meras estrategias de promocion, los libros están incluyendo la imagen y el sonido como parte de su propio contenido. En el caso de algunos pequeños clásicos, como el best-seller “Los pilares de la Tierra”, esta intromisión audiovisual se limita a incluir en su versión electrónica fragmentos de películas o series basadas en el propio texto.

Por el contrario, algunas nuevas novelas van más allá para introducir la imagen en movimiento como parte importante de su trama. Uno de los casos más significativos es el de la novela juvenil “Skeleton Creek. El diario de Ryan”, escrita por Patrick Carman. La intriga de este relato de terror depende tanto del texto como de los vídeos que están colgados en la página web del libro. De esta manera, se pretende que los lectores vivan de manera más intensa las aterradoras experiencias de este verdadero producto multimedia.

Dirigido a un público más general, aunque implicando también al lector de manera activa, el escritor Fernando Marías prepara “El silencio se mueve”, un thriller que irá más allá de los límites del papel. Para adentrarnos convenientemente en una trama que bucea en la memoria histórica de España, será necesario entrar en la página web de la novela, examinar documentos diseminados en la red o ver falsas películas creadas expresamente para la ocasión. Todo ello nos convertirá en cierta medida en parte de una experiencia que va más allá de lo meramente literario.

Igualmente innovador resulta el nuevo proyecto del escritor y cineasta Ryu Murakami que pretende lanzar su nueva novela, “Una ballena cantante”, como un ebook donde se mezclen texto, vídeos y una banda sonora compuesta por Ryuichi Sakamoto, el músico que ganó un óscar por la partitura de “El último emperador”.

Con banda sonora

Aunque pueda resultar un tanto arcaico en esta época de iPad, otro fenómeno en alza dentro de esta peculiar tendencia por hacer de la lectura algo más que una experiencia literaria es la incorporación de bandas sonoras a  las novelas. En nuestro país, el caso más curioso es el de Carlos Ruiz Zafón, que ha compuesto el mismo la música para las ediciones especiales de “La sombra del viento” o “El juego del ángel”, sus libros más vendidos.

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