Madrid, 5 mar.- A la joven pianista donostiarra Judith Jáuregui (1985) las discográficas le pedían "casi" que hipotecara su casa para grabar su homenaje a Alicia de Larrocha, "Para Alicia, inspiración de una noche española", pero ella decidió "liberarse" y jugarse el todo por el todo creando su propio sello.
"Estoy tan emocionada... Parece que el disco esta yendo muy bien y que la gente está muy volcada", explica feliz a Efe la artista, que presentará el disco en un concierto el próximo jueves en el Auditorio Casa del Lector de Madrid y el día 14 en la Academia Marshall de Barcelona.
Se ha dejado "todo", "literalmente", en la preparación del disco, un sentido homenaje a de Larrocha (Barcelona, 1923-2009) en el que hubiera sido su 90 cumpleaños.
Hace dos años se le ocurrió la idea, hizo una preparación previa de estudio en Munich con su maestro, Vadim Suchanov, y se ha encargado no solo de su interpretación "sino del diseño y la fabricación".
"Varias discográficas se interesaron en sacar el disco pero me obligaban a aceptar unas condiciones durísimas. Se que está muy mal el negocio y el mundo del disco pero eso no puede ser y decidí arriesgarme y producirlo yo, con BerliMusic -anagrama de libre-".
Es, dice, "una apuesta muy fuerte" por la libertad: "ya es hora de que los jóvenes plantemos cara a la situación emprendiendo y no solo denunciando".
Antes de grabarlo y dar "a luz" la idea pidió permiso a la hija de Larrocha, que cuando ha oído el disco, el número uno de los 2.000 ejemplares que componen la edición, le escribió "un correo precioso" y "emocionante".
Después de eso, solucionó la distribución del disco, de lo que se encarga la principal compañía independiente de España, Diverdi, que ya conocían a Jáuregui por su trabajo anterior, "El arte de lo pequeño", dedicado a Schumann, porque sin tener asegurado ese aspecto, dice, "habría sido muy romántico pero suicida".
La elección del repertorio del disco fue "muy complicada" aunque partía de la idea de que debían ser obras españolas que de Larrocha hubiera "descubierto al mundo" en sus conciertos.
Al principio pensó, "claro", en Granados, Falla y Albéniz pero le habría gustado sumar a Mompou y Salvatge.
Finalmente, decidió "redondear" y quedarse con "lo clásico". De Enrique Granados (1867-1916) eligió "Valses poéticos", una pieza con la que se siente muy cómoda porque es "como un guiño" al "Papillon" de Shumann, "nostálgico, muy pícaro y elegante".
De Manuel de Falla (1876-1946) ha escogido "Cuatro piezas españolas", "el punto más moderno, por sus disonancias" del compositor, y de Isaac Albéniz (1860-1909) "La suite española", "35 minutos que resumen España y que aunque siempre se presenta como la hija menor de 'Iberia' tiene su misma redondez".
"Es un momento perfecto para agradecer a Alicia todo lo que hizo por la música española y porque fue para todos los que la conocieron un ejemplo de fuerza, humildad y talento", añade la pianista, que presentará el disco en una gira que incluye, entre otras plazas, el teatro de "sus sueños y su corazón", el Victoria Eugenia de San Sebastián.
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