La pintora Teresa Ribuffo encuentra el alma mediterránea en la ropa tendida

  • La pintora calabresa Teresa Ribuffo, que desarrolla en Andalucía un proyecto de experimentación pictórica, mostrará desde el 6 de mayo en la galería sevillana Kstelar su exposición de bajorrelieves de color blanco que representan prendas de ropa tendida, con los que quiere reflejar el alma sureña.

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 30 abr.- La pintora calabresa Teresa Ribuffo, que desarrolla en Andalucía un proyecto de experimentación pictórica, mostrará desde el 6 de mayo en la galería sevillana Kstelar su exposición de bajorrelieves de color blanco que representan prendas de ropa tendida, con los que quiere reflejar el alma sureña.

La muestra está integrada por un total de quince cuadros con un absoluto dominio del blanco, único color empleado en estos lienzos que además se exhiben sin marco, y cada uno de los cuales lleva integrado una prenda textil, unos almohadones, un mantoncillo, un vestidito de muñeca o de bebé y hasta un capote de torero.

La artista ha sometido cada prenda a un tratamiento para fijarla al lienzo, endureciéndolas hasta conformar un bajorrelieve que posteriormente cubre por completo de acrílico blanco, como la totalidad del lienzo y del cordel sobre el que cada prenda está suspendida, como si reposarán en un tendedero de ropa.

Los cuadros tienen distintas medidas, desde uno diminuto de 7 por 5 centímetros con un vestidito de muñeca hasta otro de 130 por 90 con un capote de torero, el único que no está colgado de un cordel, sino que parece descansar en la barrera de una plaza, y el único también que no ha empleado una pieza textil real sino que ha sido simulada, por el enorme peso y grandes dimensiones de un capote taurino.

"Retratos andaluces" ha denominado Ribuffo su serie de cuadros porque, según ha explicado a Efe, ha sido ideados "de manera contemporánea", ya que en su opinión "cada prenda de vestir habla de la persona que la ha llevado, de su intimidad y de la vida que hace, la ropa habla de la gente".

En cuanto al uso exclusivo del blanco ha asegurado que "es un color y también un símbolo; es la suma de todos los colores y también es la luz, y un color muy presente en el sur, como sucede en Andalucía con sus pueblos blancos, el blanco es como un símbolo de la cultura andaluza".

"Con todo el lienzo blanco, del mismo color que cada pieza integrada en él, trato de no distraer al observador, sin fondo ni paisaje, ni referencia alguna quien vea el cuadro tendrá que reflejar su imaginación y su memoria", ha explicado la artista sobre su obra, que considera figurativa, aunque, ha matizado, "no una figuración normal".

"Me molesta que el arte contemporáneo sea elitista, y me gusta comprobar que la gente no tiene ningún problema para apreciar mis obras; lo peor que le puede pasar a un artista es dejar indiferente a la gente", ha señalado al asegurar que los bajorrelieves blancos de sus cuadros gustan a los niños.

También gustan a las "viejitas" de su vecindad, como Ribuffo llama a las vecinas más mayores de la sevillana Basílica de la Macarena, junto a la cual, en uno de los rincones más castizos de Sevilla, en un ático rodeado de terrazas, ha instalado su taller, como si, en efecto, la ropa tendida formara parte de su vida no solo artística.

Ribuffo ha asegurado que emprendió esta investigación pictórica hace un año y medio durante una visita a Nápoles cuando, según ha confesado, quedó fascinada por la ropa tendida en los edificios.

En Sevilla también ha encontrado esos tendederos, pero no en todos los barrios y ha considerado que las normas que los prohíben en los edificios de las grandes ciudades forman parte de lo que ha considerado un intento de "homologación" de las costumbres.

Teresa Ribuffo acompañará su exposición, del 6 de mayo al 14 de junio, de una instalación a base de sábanas blancas y una grabación de audio del sonido del agua durante un lavado de ropa a mano.

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