La tauromaquia baja a la arena del Constitucional francés

  • El Consejo Constitucional francés dictamina mañana si la ley que autoriza la tauromaquia en el sur del país es conforme a la Carta Magna del país o si debe ser prohibida como sucede en la mayor parte del territorio.

París, 20 sep.- El Consejo Constitucional francés dictamina mañana si la ley que autoriza la tauromaquia en el sur del país es conforme a la Carta Magna del país o si debe ser prohibida como sucede en la mayor parte del territorio.

Los magistrados se pronunciarán sobre el recurso presentado por dos asociaciones de defensa de los animales, en respuesta a la decisión del anterior Gobierno galo de inscribir las corridas en el patrimonio cultural del país, tomada en abril de 2011.

En concreto, el Constitucional deberá decidir sobre la legalidad de una enmienda de la ley que autoriza la celebración de espectáculos taurinos.

El artículo 521-1 del Código Penal francés castiga con hasta dos años de cárcel y 30.000 euros (38.838 dólares, al cambio de hoy) de prisión todo acto de "crueldad hacia un animal".

Sin embargo, los legisladores introdujeron en 1951 el punto 7, que establece una excepción para "las corridas taurinas cuando una tradición local ininterrumpida pueda ser demostrada".

Precisamente este punto es el que llega al Constitucional, puesto que los demandantes, el Comité Radicalmente Anticorrida (CRA) y la asociación Derechos De los Animales (DDA), consideran que se rompe el principio de igualdad ante la ley.

"En un país las leyes tienen que ser iguales para todos. En este caso, el maltrato de animales, que es un delito penado por la ley en el 90 % del territorio francés, no lo es en el 10 %. Es aberrante", afirmó a Efe el vicepresidente del CRA, Jean-Pierre Garrigues.

El abogado de los demandantes, Eric Verrièle, considera que la excepción no está clara en la ley, como demuestra el hecho de que muchas ciudades que celebran ferias taurinas no lo han hecho de forma ininterrumpida y que el concepto de tradición es laxo.

Por ello, consideran que debe ser considerado anticonstitucional, lo que se traduciría en la prohibición de la corrida en todo el territorio.

Garrigues considera que el hecho de que la causa haya llegado ya hasta el Constitucional es "un éxito" que ayudará a mover el caso y no descartan llegar hasta el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo si no se les da la razón.

De la defensa de la tauromaquia ante el Constitucional se ocuparon en la audiencia del pasado día 11 el Observatorio Nacional de Culturas Taurinas (ONCT) y la Asociación de Ciudades Taurinas de Francia (ACTF), que invocaron que la excepcionalidad se da en otros terrenos, como la caza, por motivos culturales.

Aunque se niegan a hacer declaraciones para no contribuir a una polémica que consideran inútil, destacan la importancia que tienen los toros en algunas ciudades del sur del país, como quedó de manifiesto el pasado domingo, cuando más de 15.000 personas asistieron a una corrida en la que José Tomas mató seis reses en Nimes y cortó once orejas y un rabo.

Además, cuentan con el apoyo del Gobierno, cuyo ministro del Interior, Manuel Valls, de origen español, se mostró favorable a mantener la tradición.

Entre los miembros del Consejo que han estudiado el caso no figura el expresidente Nicolas Sarkozy, recusado por los denunciantes al considerar que impulsó la declaración de los toros como patrimonio cultural, decisión que se tomó bajo su mandato.

Medio centenar de ciudades del sur francés, en las regiones de Aquitania, Pirineos Medios, Languedoc-Rosellón y Provenza-Alpes-Costa Azul, celebran anualmente en torno a cien espectáculos, entre corridas y novilladas con picadores.

Según los últimos datos oficiales, cerca de 2,5 millones de personas asisten a los espectáculos taurinos en Francia.

La pasada feria de Nimes generó entre 15 y 20 millones de euros (de 19 a 25 millones de dólares) de beneficios en la ciudad, según el ONCT, mientras que en algunas ciudades, los comercios efectúan entre el 30 y el 40 % de su volumen de negocio durante las fiestas de los toros.

Francia cuenta con unas 35 ganaderías, la mayoría de ellas en la Camarga, pero el 90 % de los toros que se matan en el país provienen de España.

De las cuatro escuelas taurinas que posee el país salen cada año novilleros y matadores, que siguen la estela de Sebastian Castella y Juan Bautista, situados entre los mejores del escalafón.

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