La televisión, un medio para alimentar la mirada "voyeur" de Pablo Picasso

  • José Luis Picón.

José Luis Picón.

Málaga, 30 jun.- Ya en la recta final de su vida, cuando Pablo Picasso no podía pasear por la calle tranquilamente debido a su fama, la televisión se convirtió en un medio para alimentar su mirada "voyeur", además de una influencia para su obra, como muestra la exposición que inaugura hoy el Museo Picasso de Málaga.

Bernard, nieto del artista, rememora en el catálogo de la exposición una de las tardes de su niñez en que lo visitó y recibió las mismas instrucciones de siempre: que estuviera tranquilo, que no hablara demasiado y que no incomodara a su abuelo.

"El televisor estaba funcionando (...) El volumen estaba muy bajo, apenas audible. De repente, mi abuelo pidió a los invitados silencio: empezaba un programa deportivo, de lucha libre, que a él le gustaba especialmente. Giró su moderno sillón y fijó la mirada de sus ojos negros en la pantalla. Imágenes en blanco y negro se sucedían, mientras yo sostenía su mano entre las mías".

Eran los últimos años 60, con un Picasso "ya mayor, obligado a aislarse en su casa de Notre-Dame-de-Vie por ser una estrella, y la televisión le proporciona un contacto con la vida diaria, con la modernidad y con la gente", ha afirmado la comisaria de la exposición, Laurence Madeline.

Al artista le seduce además la mirada de la cámara, el hecho de que la televisión "le permita entrar en los hogares de la gente", y sus obras adoptan una fuerza plástica inspirada por las imágenes en blanco y negro de la pantalla.

Ve series con personajes enfundados en trajes históricos, que tanto le atraían, o actividades lúdicas como el circo o la lucha libre, que le recordaban las veladas de boxeo a las que había acudido en su juventud, por lo que la televisión "le proporcionó un rejuvenecimiento en las últimas etapas de su vida", según Madeline.

La influencia televisiva en su obra se aprecia en aspectos como el encuadre en formato 4:3, la aparición de personajes más pequeños por el efecto de escala o una mayor sensación de movimiento, y en Picasso se nota sobre todo en grabados por la "inmediatez" que le ofrece esta técnica frente al óleo, con lo que reproduce "un proceso de creación en directo", ha explicado la comisaria.

La exposición, titulada "Picasso TV", cuenta con 57 obras; de ellas, 53 grabados, fundamentalmente de la "Suite 347", además de dos litografías y dos óleos, junto a fragmentos de emisiones televisivas de la época, como una entrevista al propio artista, un mensaje navideño de Charles De Gaulle e imágenes de las revueltas callejeras del mayo del 68.

En aquella entrevista, Picasso relata en francés que su primer contacto con la televisión se produjo cuando contempló la boda de la princesa Margarita de Inglaterra, un evento seguido por veinte millones de telespectadores en todo el mundo.

Poco después, Jacqueline Roque compró un televisor para hacer más llevaderas las largas jornadas en las que Picasso estaba en su estudio enfrascado en su trabajo, en unos momentos en los que intensificó su producción artística al creer que eran sus últimos años de vida.

"Picasso cuenta en la entrevista que le interesaban algunos programas y otros le parecían horribles. Era muy selectivo con lo que le gustaba, y para él la televisión es un modo de acercarse a la realidad y un acceso a la cultura popular", ha afirmado el director artístico del Museo Picasso de Málaga, José Lebrero.

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