La violinista española Leticia Moreno debuta con Zubin Mehta y Mendelssohn

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 25 sep.- Zubin Mehta quiso hace tres meses escuchar a la violinista madrileña Leticia Moreno (1985) porque le habían dicho que tenía mucho talento y tanto le gustó que quiso cambiar el programa de su gira mundial con el Maggio Fiorentino para interpretar esta noche, en el Auditorio Nacional, a Mendelssohn.

"Hace tres meses me llamaron porque el maestro quería 'audicionarme'. Me escuchó, en Valencia, y decidió incluirme en su proyecto con el fabuloso Maggio Musicale Fiorentino para que tocara junto a ellos a Mendelssohn porque es uno de los compositores preferidos de Mehta y mío", relata en declaraciones a Efe la violinista.

Moreno, que acaba de lograr el Premio Príncipe de Girona y el Echo Rising Star, interpretará el concierto para violín y orquesta en Mi menor de Mendelssohn con su Nicola Gagliano de 1762 en un concierto que incluye también la obertura de "Rosamunda", de Schubert, y la séptima sinfonía de Beethoven.

"Que Mehta haya querido cambiar su programa dedicado a Beethoven para incluir esta pieza, que toqué por primera vez con 11 años y que ocupa un lugar muy importante en mi corazón porque he crecido con ella, hace que todo sea muy especial. Si cuando me lo dijo sentí una felicidad absoluta ahora estoy entusiasmada", confiesa.

Le da mucha vergüenza contar lo que le dijo el maestro cuando la escuchó pero Moreno reconoce que "algo" tenía que ver con su extraordinario talento, reconocido con varios premios y actuaciones constantes por todo el mundo, y con su forma de interpretar, muy profunda y espontánea a la vez que de una técnica deslumbrante.

"Esas son cosas que quien tiene que decirlas, si es que quisiera, es él. Yo no debo", asegura modesta la artista, que vive desde hace cuatro años en Madrid tras haber pasado varios años en Alemania, donde estudió en la Musik Hochschule de Colonia siendo la becada más joven de la historia de la prestigiosa Alexander von Humboldt Stiftung.

Su próxima meta es encontrar una discográfica a la que le guste tanto como a ella el repertorio violinístico español porque, dice, no hay "ninguna referencia actual" de autores como Sarasate, Granados o Falla.

El año que viene lo dedicará, casi en su integridad, a disfrutar de su "Echo", porque el galardón, que persigue la consolidación de la carrera internacional del músico, consiste en un ciclo de actuaciones por las salas de conciertos más importantes de Europa, entre ellas el Musikverein y Konzerthaus de Viena, Barbican de Londres, Concertgebouw de Amsterdam o Theatre Champs Elysées de París.

"Es un sueño hecho realidad y creo que cada vez más los españoles tenemos oportunidades fantásticas fuera porque hay músicos buenísimos", alaba la violinista, que estudió con Zakhar Bron en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y se licenció en la GuildhallSchool of Music de Londres con Takeno.

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