Las listas de éxitos musicales de 1989 y 2011 tienen un punto en común: la lambada. Hace más de veinte años, el grupo Kaoma popularizaba el género, nacido en Brasil durante los años 70, con Lambada (Chorando se foi), un tema cálido y bailable que conquisto medio mundo. Dos décadas más tarde, Jennifer López revisa partes de aquella canción en On the Floor, un llena pistas de sonidos sintéticos cocinado con ayuda de Pitbull. Es sólo un ejemplo de la pasión que sienten las divas del siglo XXI por los 80, la época del reinado de Madonna, el pop de sintetizadores y el rock de estadios.
Perry, la chica de rosa
Katy Perry, aquella chica que conquistó al mundo con I Kiss a Girl, también parece apostar por la estética de la era Reagan en su último vídeo, Last Friday Night (T.G.I.F.). El clip musical es un divertido homenaje a las comedias de John Hughes, aquellas cintas llenas de adolescentes que acudían a fiestas llenas de colores chillones y chicas con permanente.
Perry interpreta a un patito feo que se convierte en una joven atractiva durante una de esas celebraciones. El vídeo tiene una serie de cameos para nostálgicos de la época. Kenny G, el rey de la música para ascensores, aparece tocando su inseparable saxo, mientras que Corey Feldman, un actor que triunfó en los 80 con Cuenta conmigo y Los Goonies, y Deborah Gibson, una antigua cantante para adolescentes, encarnan a los padres de la exitosa estrella del pop.
Lady Gaga le ha robado el puesto de nueva Madonna a la eterna aspirante. Britney Spears no ha podido con el ciclón neoyorquino. Ha compartido escenario con Madonna en los premios MTV e incluso llegaron a cantar juntas en Me against The Music. Sin embargo, eso no ha sido suficiente para que la eterna princesa del pop se convierta en reina. No obstante, su pasión por la Ciccone no ha disminuido. Así lo demuestra Burning up, versión de un famoso single que la ambición rubia editó en 1983.
No es la única pasión ochentera de Spears. La cantante estadounidense ya demostró su gusto por aquella década con una versión de I Love rock n roll, el tema que Joan Jett convirtiera en éxito en 1981.
En definitiva, los ochenta siguen muy presentes en unas divas que pretenden ser el colmo de la modernidad, aunque echen mano del pasado en busca de ideas.
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