Las ventas de una novela repuntan hasta el 30% cuando se adapta al cine o a la televisión

  • Un libro cobra una segunda vida en librerías cuando se produce paralelamente el éxito del filme o el de una teleserie, que toma la novela como base para su guión. El Tiempo entre Costuras o Criadas y Señoras podrían correr dicha suerte. 
David González | aviondepapel.tv

Antena 3 sigue rodando en Marruecos la adaptación de El Tiempo entre Costuras (Temas de Hoy, 2010), novela de María Dueñas, el libro de ficción más vendido en España este año, según el gremio de editores. Es seguro que el estreno en la televisión redunde aún más en su éxito editorial.  

El libro Celda 211 (Lengua de Trapo, 2004), de Francisco Pérez Gandul, regresó con fuerza a las librerías seis años después. Ocurrió gracias al éxito de la película, del mismo título, protagonizada por Luis Tosar. Cuando el filme ganó el Goya 2010 y fue preseleccionada para optar a los Oscars, la cara de Malamadre ilustró de nuevo la portada de la novela en todas las librerías. 

Son dos claros ejemplos de cómo el cine o la televisión alarga la vida de un libro o le da una segunda oportunidad. Las fuentes consultadas del sector editorial cuantifican que dicho empuje en las ventas es variable, según sea un best seller, una novela de edición modesta o bien un libro inédito.  

Sin embargo, muchos editores confirman que dicho repunte de ventas puede ser del 30% de media después del estreno en la gran pantalla, un porcentaje que se aplicaría a las cifras anteriores en librerías. 

“La película no quema la novela, como podría pensarse. En cuanto se estrena en el cine, los lectores demandan su lectura, según nos dicen los libreros. Además, surge siempre la eterna pregunta de qué te gustó más, si el libro o la película: y ello incita a comprar la novela", explica Belén López, directora editorial de Temas de Hoy. 

Así una adaptación a la gran pantalla beneficia a las ventas, pero el mayor o menor empuje depende mucho de la vida anterior que haya tenido el libro. El estreno en cines no causa el mismo efecto sobre un título que aún está en la mesa de novedades que sobre otro con apenas una edición. 

Ni tampoco se da el mismo impacto sobre libros –digamos- globales (Harry Potter o Millennium) que sobre novelas con distribución local en cada país: Los girasoles ciegos, por ejemplo. 

Asimismo, este plus de ventas no es el único cambio que puede generar una película o una serie en esta segunda oportunidad de una novela. Su traslado a la gran pantalla, por ejemplo, puede cambiarle también su fisonomía. 

“Lo más habitual es hacer las llamadas ediciones tie-in, que son normalmente en formato de bolsillo y con el fotograma de la película como portada. Con ello, se intenta promocionar conjuntamente el libro como la película en sí”, afirma Mathilde Sommeregger, editora de Maeva. Su editorial, por ejemplo, usa esa estrategia para la novela Criadas y Señoras (Kathryn Stockett), para que coincida con el estreno del filme de Tate Taylor en octubre.  

No obstante, este tipo de modificaciones no siempre se produce. Unas veces porque surge el rechazo de los lectores tradicionales, que prefieren las ediciones originales y no las -digamos- tuneadas. Otras veces, por la oposición del propio autor. Aunque casi siempre es una cuestión de rentabilidad. 

Cambiar de un formato a otro es sencillo cuando la trayectoria del libro está en fase de madurez: de tapa dura a bolsillo, por ejemplo, para incentivar así con precios más baratos las ventas. Sin embargo, una nueva cubierta con fotograma de película puede suponer un coste elevado cuando se habla de renovar miles de ejemplares ya en circulación con la cubierta original del ilustrador. 

En estos casos, siempre existen salvaguardas. Los libreros saben que, tarde o temprano, la novela llevada al cine vestirá una sobrecubierta o una faja, para que el lector recuerde que de este libro nació el guión de la película, o de la serie.

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