Santander, 11 ago.- El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ha reivindicado hoy la visión renacentista del arte del arquitecto, pintor y escultor Juan Navarro Baldeweg, una visión "integradora" de la relación del hombre con su entorno y sus semejantes que echa en falta en la cultura "deshumanizada" actual.
Para Lassalle, la "verdadera crisis" de la cultura del siglo XXI es su "deshumanización", y no se refiere a "cuestiones de presupuesto o de política cultural", sino a una "crisis inserta en la propia percepción estética".
"El hombre del siglo XXI ha perdido su educación para poder asomarse sentimental y emocionalmente a la comprensión de la realidad y de los otros", ha afirmado el secretario de Estado de Cultura en la inauguración de un curso sobre la obra de Navarro Baldeweg en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Frente a esa "deshumanización" de la cultura y las "tensiones" entre técnica y poesía, entre "utilitarismo" y "humanismo", el secretario de Estado ha contrapuesto la visión artística del arquitecto santanderino que, según dice, ofrece "respuestas" a esas tensiones.
La de Navarro Baldeweg es, en palabras de Lassalle, una "poesía de la técnica", que permite "responder a esa pulsión utilitarista y profesionalizadora" de la sociedad actual, en la que la visión humanística ha ido perdiendo peso a favor de la técnica y lo profesional.
El trabajo de este creador se caracteriza, a su juicio, por una "búsqueda renacentista de una visión integradora" del hombre y su relación con el otro y con el hábitat.
Y es que, tal como sostiene el propio Navarro Baldeweg, el hombre siempre ha sido "el centro" del arte, y su relación con el medio que habita es una variable "muy considerable" en la creación artística.
Es más, aunque reconoce que las artes "se han descentralizado" y el hombre "se multiplica en diversos centros y en una cierta heterogeneidad" que puede hacer pensar en una "dislocación", piensa que también ese puede ser un camino para el desarrollo de las artes.
Navarro Baldeweg, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1990, será durante tres días el protagonista del curso que organiza en la UIMP la Asociación Cultural Plaza Porticada dedicado a creadores santanderinos.
En esta ocasión se propone una revisión de la obra de este artista multidisciplinar, Medalla de Oro de Arquitectura (2008) y de las Bellas Artes (2007), y responsable de proyectos como el complejo del Museo Altamira o los palacios de congresos de Salamanca y Cádiz.
A sus distinciones se suma, desde este lunes, la Medalla de Plata de Santander, la ciudad en la que nació en 1939 y en la que empezó a a formarse su vocación artística.
Con estos dos reconocimientos (el curso y la Medalla), el concejal de Cultura de Santander, César Torrellas, piensa que la ciudad "salda" su deuda con "uno de sus principales embajadores en el más amplio sentido del humanismo".
El curso será, en opinión del propio arquitecto, "una intersección de horizontes y metáforas".
En él, según ha apuntado el rector de la UIMP, César Nombela, se revisará la obra "extensa, variada y humanista" de este artista que, a juicio de la presidenta de la Asociación Plaza Porticada, Elena García Botín, es "uno de los creadores santanderinos más significativos de la segunda mitad del siglo XX".
La obra de Navarro Baldeweg también será objeto de una retrospectiva próximamente en Madrid, donde las salas del Museo ICO acogerán una muestra antológica de su obra arquitectónica desde los años 70 hasta la actualidad. EFE
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