Londres exhibe en dos museos al creador del género de las Fiestas Galantes

  • Londres.- La capital británica exhibe en sendos museos a partir de este fin de semana la obra gráfica y la pictórica de Jean-Antoine Watteau (1684-1721), conocido sobre todo como creador del género de la Fiestas Galantes.

Jean-Antoine Watteau y sus fiestas galantes se exhiben en Londres
Jean-Antoine Watteau y sus fiestas galantes se exhiben en Londres

Londres.- La capital británica exhibe en sendos museos a partir de este fin de semana la obra gráfica y la pictórica de Jean-Antoine Watteau (1684-1721), conocido sobre todo como creador del género de la Fiestas Galantes.

Influidas en cierto modo por el género paisajístico veneciano y del norte de Europa, las Fiestas Galantes muestran escenas de cortejo amoroso y diversión de las clases altas parisinas liberadas de la asfixiante etiqueta de Versalles.

En ellas, Watteau incluyó también figuras del teatro, difuminando de esa manera los límites entre realidad y fantasía.

El artista francés muestra a sus personajes en animada conversación, flirteando, paseando, columpiándose, escuchando música o bailando, reflejando en todo momento esa despreocupada alegría de vivir que se asocia siempre con la época rococó.

La exposición de la Royal Academy of Arts, de la calle Piccadilly, que reúne más de ochenta obras sobre papel, muestran sobre todo a Watteau como un extraordinario dibujante.

Según su amigo y marchante Edme-François Gersant, prefería el dibujo a la pintura al óleo y su obra gráfica se distingue por su frescura y ligereza, la libertad de ejecución y su extraordinaria gracia.

A lo largo de toda su carrera, Watteau trabajó sobre todo con tiza roja, pero, como se aprecia en esta exposición londinense, el artista francés destacó especialmente por su dominio de la técnica de las tres tizas gracias a una sutilísima combinación del rojo, el blanco y el negro.

Watteau hizo un cuidadoso estudio de las figuras, dibujando a personajes de la Commedia dell' Arte, estudios de soldados en diferentes posturas -es significativo que no pintase batallas o escenas militares- o a visitantes extranjeros, como una delegación diplomática de Persia que acudió al Versalles de Luis XIV y a cuyos miembros retrata con sus exóticos turbantes.

Al margen de los parques, que constituyen siempre el marco de sus fiestas galantes, Watteau pintó pocos paisajes.

Sí hizo en cambio delicados retratos de mujeres y niños y dibujó y pintó también desnudos, entre ellos algunos femeninos de gran poder erótico como el titulado "El Remedio", que muestra a una joven recostada mientras una sirvienta a su lado se dispone a aplicarle una lavativa con una enorme jeringa.

La exposición de la Royal Academy, que podrá visitarse hasta el 5 de junio, se complementa con otra de la Wallace Collection dedicada al maestro francés y a su editor, marchante y coleccionista Jean de Julienne (1686-1788) bajo el título francés de "Esprit et Vérité: Watteau y su círculo".

No se limita ésta a la creación pictórica de Watteau, del que se muestran once cuadros, sino que se extiende a otras obras coleccionadas en su día por Julienne, como Rembrandt, Rubens, Salvatore Rosa, Gonzales Coques, Philips Wouwerman, Caspar Netscher o Sebastien Bourdon, procedentes algunos de la Wallace y otros de diferentes colecciones británicas o extranjeras.

La Wallace Collection es dueña de ocho pinturas de Watteau, entre ellas la titulada "Les Champs Elysées", que parece reflejar las distintas fases y la ambivalencia de la atracción amorosa, o "Les charmes de la vie", en la que el artista contrapone el coqueteo de una pareja con una niña que juega en primer plano con su perrito.

La titulada "Mujer en el tocador", también de la Wallace Collection, es una de las tres únicas obras que se conservan del artista del entonces nuevo género erótico, que muestra el desnudo femenino en un ambiente doméstico y no como diosa o ninfa.

Se dice que Watteau se arrepintió más tarde y ordenó que esos cuadros se destruyeran a su muerte, víctima de la tuberculosis.

Junto a esas obras se exhibe en la Wallace un catálogo de los cuadros de Julienne, procedente de la Pierpont Morgan Library de Nueva York, álbum bellamente encuadernado que muestra cómo estaba colgada la colección en casa del marchante francés y que ha permitido al museo londinense una reconstrucción aproximada en una de sus salas.

Joaquín Rábago

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