Los veranos no son para la SGAE

Carmen Naranjo

Madrid, 19 jul.- Desde que hace tres años la Guardia Civil irrumpiera en la sede de la SGAE en Madrid para detener a varios de sus exdirectivos, los calores del verano parecen no sentar muy bien a la entidad, que ha vuelto a ser noticia esta semana por la convocatoria de elecciones y la imputación de uno de sus socios.

Tres presidentes ha conocido la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) desde que el 1 de julio de 2011 medio centenar de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado llegaron al Palacio de Longoria en la madrileña calle de Fernando VI, sede de la SGAE, para practicar las detenciones de la conocida como operación Saga, que desde entonces dirige el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.

Un caso que el magistrado ha reavivado esta semana con la citación como imputado por un delito de apropiación indebida del compositor canario Caco Senante, al que acusa de haber cobrado de manera irregular 30.000 euros de la SGAE por unos trabajos que supuestamente hizo para Canarias pero de los cuales consta muy poca información.

Continúa así la investigación que saltó a los medios de comunicación en verano de 2011 con la detención de Eduardo Bautista, entonces presidente de la entidad, y en el que también figuran como imputados el cantante José Ramón Márquez, Ramoncín, y el exdirector de la SDAE -filial digital de la SGAE- José Luis Rodríguez Neri, presunto cabecilla de la supuesta trama de desvío de dinero de este organismo.

Pero esta semana, la SGAE también ha vivido una nueva convocatoria de elecciones, aprobada por mayoría de la Junta directiva de la entidad de derechos de autor para el 26 de febrero de 2015, después de que los socios rechazaran las cuentas y el informe de gestión de 2013.

Tras oponerse, por mayoría, a celebrar unas elecciones de forma inmediata, como pedían algunos miembros de la junta directiva, se decidió además celebrar una nueva asamblea general de socios para un mes antes de las elecciones, el 26 de enero del próximo año, cuando los socios deberán votar de nuevo las cuentas de 2013 que fueron rechazadas.

La asamblea general de socios celebrada el pasado 26 de junio votó en contra de las cuentas y el informe de gestión de la entidad presidida por José Luis Acosta, que atribuyó el resultado de la votación a los "muchos problemas que se arrastran del pasado".

Pero entre los que se oponen al calendario propuesto por Acosta se encuentra uno de los vicepresidentes de la entidad, Juan Luis Fernández Sastrón, que ha presentado una reclamación ante el departamento de Cultura por entender que la convocatoria de una junta general extraordinaria para aprobar las cuentas de 2013 de la entidad no está en los estatutos.

Las elecciones de febrero serán las segundas que vivirá la entidad tras el proceso de renovación iniciado a raíz de la detención de Bautista, y después de los comicios que ganó el músico, director y productor de cine, cantante y líder del grupo gallego Os Resentidos, Antón Reixa, que llegó en mayo de 2012 a la presidencia de una directiva plural.

Poco más de un año después de ser elegido, el 16 de julio del pasado año, Reixa fue destituido por decisión de una amplia mayoría de la junta directiva, que eligió presidente al guionista y productor José Luis Acosta Salmerón tras imponerse en votación otro candidato, José Miguel Fernández Sastrón, que ya había concurrido a las anteriores elecciones.

Reixa achacó su cese a la denuncia que hizo de la práctica conocida como "la rueda de las televisiones" y a una carta que escribió a lo socios de la SGAE en la que denunciaba que once autores podrían haber recaudado en cinco años más de 25 millones de euros mediante esta práctica.

Este asunto sigue en la mesa de la SGAE, cuya directiva decidió esta semana iniciar una negociación. El presidente Acosta aseguró en la última asamblea que Reixa había firmado un acuerdo con dos cadenas de televisión para aplicar descuentos en las tarifas por derechos de autor de las obras musicales que emitían en horario nocturno, a consecuencia del cual la entidad recaudaría 26 millones de euros menos en cuatro años.