Lovaina presume de Michiel Coxcie, el Rafael flamenco

  • El museo de Lovaina inauguró hoy una exposición dedicada a Michiel Coxcie, considerado como el Rafael flamenco y el artista más influyente del siglo XVI en los Países Bajos, autor de una copia del retablo de Gante que se expone por primera vez en 200 años.

María Valerón

Lovaina (Bélgica), 31 oct.- El museo de Lovaina inauguró hoy una exposición dedicada a Michiel Coxcie, considerado como el Rafael flamenco y el artista más influyente del siglo XVI en los Países Bajos, autor de una copia del retablo de Gante que se expone por primera vez en 200 años.

Las obras están distribuidas en seis salas y, en ellas, el estilo de Coxcie, a caballo entre el renacentismo italiano y la tradición pictórica flamenca, queda plasmado en un recorrido que permite al visitante conocer las diferentes etapas artísticas del autor, su paso por Roma y su influencia en el movimiento contra-reformista.

"Coxcie fue un pintor publicitario, propagandista. Digamos que uno de los primeros publicistas de la historia", indicó a Efe el comisario de la exposición, Peter Carpreau, que señaló al artista como una de las figuras principales en la guerra mediática que generó la lucha entre la iglesia protestante (reformista) y la católica (antireformista) en el siglo XVI.

"Esta fue una guerra que se libró no solo en el campo de batalla y con las armas, sino también en lo mediático", explicó Carpreau, que destacó la importancia de la iconografía religiosa del momento como fórmula para captar al público.

"Coxcie, con su estilo monumental, que era realmente impresionante, era capaz de impactar en el espectador, así es que era el pintor ideal justo para hacer esa propaganda a la iglesia católica", añadió.

La cuidada técnica del artista, pintor de la corte y favorito del emperador Carlos V y su hijo Felipe II, le ha valido el apodo de "el Rafael flamenco", llegando incluso a atribuírsele al gran maestro del renacimiento una serie iconográfica del pintor.

"Su arrogancia le hacía querer mejorar a los grandes", indicó Carpreau, que señaló que aunque "el gran ego" del autor lo alejó de sus contemporáneos, le permitió alcanzar ambiciosas metas en el terreno artístico.

Lejos de conformarse con un papel secundario de copista, Coxcie "trató de mejorar las composiciones de Miguel Ángel, Rafael, Da Vinci y Tiziano", añadiéndoles elementos de la cultura pictórica flamenca y perfeccionando la calidad de colores y luminosidad.

Pero no solo en su perfeccionismo mostró arrogancia Coxcie, también en sus autorretratos del período contra-reformista, en los que se representa a sí mismo como San Jorge, santo protector de la iglesia católica y símbolo, durante la Edad Media, de la lucha por la "verdadera fe".

La huella de Coxcie quedó grabada en cada una de sus obras, tanto en las copias para la monarquía de los Habsburgo, como en las creaciones propias: color, luz y el cuidado de la anatomía hacen del artista un pintor renacentista, mientras que el gusto por la naturaleza y el detallismo de su obra descubren su origen flamenco.

La pieza estrella de esta exposición es una copia del Retablo de Gante, de Jan y Hubert van Eyck, obra que Coxcie realizó por encargo de Felipe II, gran admirador del arte flamenco, y que no había sido reunida desde hace dos siglos.

La obra, que fue trasladada a España por petición del monarca, se dispersó entre diversas colecciones europeas a finales del s. XIX, cuando el país vivió la invasión de las tropas napoleónicas.

Como recuerdo de bombardeos y del transporte apresurado de las piezas del retablo de "L'Agneau Mystique", algunos de los óleos mantienen pequeños rasguños y muestras de deterioro que la restauración no ha podido salvar.

"Me siento muy satisfecho, es la primera vez que se ha podido reunir todas las obras para recopilar 'L'agneau mystique"', confesó Carpreau, que aseguró que había sido un trabajo "infernal" por las negociaciones con otras colecciones europeas y el transporte de las obras.

La galería ofrece además otras grandes obras que muestran la importancia del juego intelectual en la pintura de Coxcie, como sus grabados eróticos "Los amores de Júpiter" o su óleo "La caverna de Platón", inspirado en los diálogos de los sofistas.

La exposición "Michiel Coxcie, el Rafael de Flandes", que podrá visitarse hasta fin de febrero en el museo de Lovaina, atesora las obras de un artista que pasó a la historia como el gran importador del estilo renacentista en los Países Bajos y que enseñó a fundir la tradición pictórica flamenca con las técnicas de los grandes maestros.

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