Luzzatto involucra a Primo Levi en muerte de dos compañeros en "Partisanos"

María Salas Oraá

Roma, 23 ene.- El historiador italiano Sergio Luzzatto sostiene que el escritor víctima del Holocausto Primo Levi "estuvo involucrado en la decisión de matar" a dos compañeros cuando combatió como partisano contra el fascismo.

Luzzatto cuenta en su ensayo "Partisanos. Una historia de la Resistencia" (Penguin Random House) que esta relación con el ajusticiamiento de los compañeros "pone en tela de juicio el nombre de un símbolo universal de la lucha antifascista".

Se trata del asesinato en 1943 de los jóvenes partisanos Fulvio Oppezzo y Luciano Zabaldano, de 18 y 17 años, compañeros de Levi que fueron condenados a muerte por causas que el autor no logró llegar a conocer.

"(La banda de partisanos) era un grupo pequeño en el que casi todos eran judíos. No tengo ninguna duda de que, en un ambiente minúsculo, Primo Levi de alguna manera u otra estaba involucrado en la decisión de matar", dijo el autor en entrevista con Efe en Roma.

El ensayo narra la historia del grupo de partisanos del valle de Aosta, en el que estuvo Levi antes de ser capturado y deportado al campo de exterminio de Auschwitz (Polonia), y cómo estos combatientes se organizaron para luchar contra los fascistas.

Lo definió como "una microhistoria" que mira una realidad muy pequeña y se alarga hasta representar una historia de la Resistencia más grande y representativa".

Del episodio más "desconocido" y "silenciado", Luzzatto recordó que el propio Levi confesó en "El sistema periódico" su incomodidad y cargo de conciencia por la muerte de los dos jóvenes: "Entre nosotros, en cada una de nuestras mentes, había un secreto incómodo", escribió.

El autor, profesor de Historia moderna en la Universidad de Torino y cuyo libro se publica ahora en España, puntualizó que la confesión "no quiere decir que Levi tuviera la pistola en la mano", aunque con ella sí "asumió la responsabilidad moral y política del ajusticiamiento".

"No sabemos qué pasó", lamentó el historiador, quien aseguró que "con la guerra civil, todos los participantes hacen trabajo sucio".

Consciente de haber suscitado la polémica en Italia, país en el que Levi es un símbolo y un personaje "casi sagrado", Luzzatto creyó que, por el contrario, "puede mejorar la consideración que se tiene de él", porque "decidió revelar el secreto" a pesar de que era peligroso.

"Creo que lo hizo porque su moralidad no le permitía callar", opinó el autor, quien consideró que Levi se vio atormentado por un castigo impuesto a los dos compañeros que, seguramente, sería exagerado y que refleja el problema de la legitimidad y moralidad de la violencia que trata el ensayo.

El paso de Levi por la banda de partisanos, continuó el historiador, también evidencia que las guerras civiles "ensucian" y en ellas "no existe ni el bueno perfecto ni el malo perfecto".

Aunque apuntó que "los partisanos seguramente estuvieron acertados", Luzzatto estimó "justo" contar este episodio "hasta hoy desconocido" de Levi, quien "puede convertirse en un reactor moral de una historia que es italiana pero también universal".

"Ha podido parecer una provocación, pero no lo es. De hecho, desde el punto de vista ideológico me inscribo dentro del antifascismo. Lo último que he querido es provocar", incidió, aunque reconoció que "los ingredientes del relato son perturbadores".

El tema ha suscitado tantas críticas porque, según explicó, la Resistencia se convirtió en un mito en Italia, que necesitaba "renacer del fascismo" tras la Segunda Guerra Mundial.

"Italia inventó el fascismo y Hitler creó el nazismo sobre él. Los italianos tenemos un pasado fascista", expresó para explicar por qué los italianos se avergüenzan de este episodio de su historia y, para contrarrestarlo, defienden con vehemencia la Resistencia.

El autor defendió que ha trabajado "desde el punto de vista que un historiador debe tomar", es decir, con fidelidad a los documentos y al archivo histórico y sin prejuicios sobre la historia a contar.

Por el setenta aniversario de la liberación de Auschwitz, el Palacio Madama de Torino, ciudad natal de Levi, conmemora la figura del autor con una exposición que consagra "un hombre, escritor y pensador que ha dado a conocer al mundo con extenuante claridad la terrible realidad de los campos de exterminio nazis".