Marín cree que el mejor escenario para defender "la Fiesta" es la catedral del toreo

  • Madrid.- La peculiar estampa del torero Serafín Marín enfundado con la barretina y senyera para hacer el paseíllo hoy en Las Ventas, fue lo más llamativo y relevante del festejo, un gesto que decidió hacer porque "no hay mejor escenario para defender 'la Fiesta' que Madrid, la catedral del toreo".

La barretina y la senyera en el ruedo de Las Ventas por la Cataluña taurina
La barretina y la senyera en el ruedo de Las Ventas por la Cataluña taurina

Madrid.- La peculiar estampa del torero Serafín Marín enfundado con la barretina y senyera para hacer el paseíllo hoy en Las Ventas, fue lo más llamativo y relevante del festejo, un gesto que decidió hacer porque "no hay mejor escenario para defender 'la Fiesta' que Madrid, la catedral del toreo".

"Lo he hecho con la intención de defenderla por todo lo que está ocurriendo en mi tierra, porque de verdad que estamos pasando unos momentos muy críticos. Hoy era el sitio y el momento oportuno para hacer este gesto en señal de salvaguardar nuestras libertades", confesó el diestro catalán.

Sobre la acogida del público a su gesto, Marín confesó que habían respondido "bien la gran mayoría, otros a lo mejor les ha pillado de sorpresa. Pero cuando han entendido el motivo, que nada tenía que ver con nacionalismos ni nada parecido, pues el lema de la bandera era 'la libertad no se prohíbe', creo que Madrid se ha entregado", apostilló.

Más allá del gesto que llevó a cabo, desde el punto de vista artístico en la tarde, Serafín Marín fue el que consiguió los momentos más notables, sobre todo en el toreo al natural frente a su primer toro:

"Este toro mansito, que se quería ir todo el rato, al menos me ha permitido pegarle tres o cuatro tandas a gusto y por abajo. Dentro de la mansedumbre que ha tenido toda la corrida, al menos ese toro por el lado izquierdo ha sido el más potable", señaló.

Sin embargo, con su segundo, un toro que había "apuntado cosas muy buenas en el capote", sin embargo, en el último tercio "se vino muy a menos, y así fue imposible ligarle los muletazos", finalizó Marín.

El primer espada, Eugenio de Mora acudía hoy a Madrid "con la mejor disposición", aunque al final apenas llegó a pasar de los detalles, a pesar "de intentarlo de todas las formas posibles con las dos toros".

"Mi primero parecía que iba por el lado derecho, pero luego ha protestado mucho. Creo que he estado digno con él. Y el cuarto fue un toro que embistió con mucha brusquedad, y además con un punto de mansedumbre. He hecho también lo que he podido con él", aseguró De Mora.

Lo mejor de su actuación, las dos estocadas que efectuó a sendos astados, dos espadazos "muy importantes, tirándome muy de verdad y arriba. El público lo ha valorado mucho, y eso es lo importante", afirmó el toledano.

Por último, el colombiano Luis Bolívar cargó contra la corrida de Baltasar Ibán, un encaste y un prototipo de toro "que no gusta en Madrid", señaló.

"Los toros no han querido echar para adelante, muy fríos y sin transmitir nada, por este motivo es normal que la gente no entre en ningún momento en la faena. Esta corrida en otra plaza hubiera servido muchísimo, pero aquí este tipo de toro no vale", concluyó Bolívar.

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