Mexicano Jorge Zepeda novela el regreso de PRI al poder y la duda democrática

  • Las incógnitas abiertas por el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder en México le han servido al periodista Jorge Zepeda Patterson para alimentar la trama de un "thriller" que encierra una historia de amigos y una crisis política.

Alberto Cabezas

México, 24 sep.- Las incógnitas abiertas por el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder en México le han servido al periodista Jorge Zepeda Patterson para alimentar la trama de un "thriller" que encierra una historia de amigos y una crisis política.

"Es una historia humana, de cuatro amigos que se ven en peligro y tienen que descubrir la naturaleza de un asesinato para salvar el pellejo, y los amores y odios, lealtades y celos que se dan al interior de la amistad", apunta el autor de "Los corruptores" (Planeta, 2013).

El relato, primera novela de Zepeda, comienza con el asesinato de Pamela Dosantos, "una actriz de 43 años, objeto de deseo de generaciones completas de mexicanos", que desencadena una crisis en el Gobierno del presidente en turno.

"Su muerte, que aparentemente es un asunto de 'nota roja' (una noticia de sucesos) muy rápido se convierte en uno casi de Estado por los vínculos que va descubriendo el lector con el asiento del poder, con el hombre más poderoso del régimen", el secretario de Gobernación (Interior), número dos del Gobierno mexicano.

Zepeda (Mazatlán, 1952) explica a Efe que el libro se puede leer "en tiempo real" pues "está ambientado en noviembre-diciembre de 2013" con la pretensión encubierta en su historia de "abordar qué estaba ocurriendo con el regreso del PRI un año después a Los Pinos (sede presidencial)", donde está instalado desde el 1 de diciembre pasado Enrique Peña Nieto.

La novela ofrece a los lectores "una visión, lo que pasa tras bambalinas con estos códigos nunca escritos de cómo operan los políticos", pero además abre "una gran pregunta": si la democracia incipiente de este país necesita "un árbitro" que haga "funcional" la política, como ocurría antaño con un Presidencialismo fuerte.

"Los poderes legales e ilegales han adquirido tal preeminencia que se han salido de control: el crimen organizado, los gobernadores, los líderes sindicales, los monopolios en este país", apunta Zepeda.

En la novela el personaje presidencial "está tratando de ampliar sus márgenes de operación" política, algo que el periodista cree que está ocurriendo también con Peña Nieto.

"Mis protagonistas están discutiendo si esto va a orientarse a un esquema tipo (Vladimir) Putin (en Rusia) o, por el contrario, a una operación política más eficaz", de corte democrático, añade.

Zepeda cree que el relato casa bien con una preocupación mundial por la crisis de la democracia, manifiesta en lugares como Italia, donde la ciudadanía "es capaz de elegir a un presidente como (Silvio) Berlusconi al que ostensiblemente ubican como un tipo exitoso a través de malas artes" porque sienten que su país "necesita un tipo astuto" por encima de otras consideraciones.

Una de las decisiones clave de la historia fue escribir "un 'thriller' sin recurrir al detective", por lo que el protagonismo del relato recae en Tomás, un columnista cuyo artículo pone en jaque al ministro con más poder del Gobierno.

"Un detective honrado no tiene la menor capacidad de sobrevivir dentro del sistema (mexicano). Es más fácil encontrar un periodista honrado, quiero pensar, entre otras cosas porque no existe un Estado de Derecho en este país", agrega.

Además, contar con un periodista al timón de la historia le permitió sugerir cómo las relaciones de poder actuales se articulan en buena medida en torno a la prensa.

"Hoy vemos en México un enorme esfuerzo por parte del poder para tratar de neutralizar" y "de hacerse aliado de los medios de comunicación", señala el director del portal de noticias Sinembargo.mx y ganador en 1999 del premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia.

"El regreso del PRI y de Peña Nieto es la constatación de esta cohabitación del poder político con los medios como no lo habíamos visto en los últimos doce años, y no son buenas noticias ni para el periodismo ni para la opinión pública", comenta Zepeda Patterson.

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