Hace tan solo unos días, la Reina Letizia nos volvía de dejar con la boca abierta durante unos Premios Princesa de Asturias, en los que cada año supera al anterior con el vestuario diseñado por su (hasta ahora) fiel Felipe Varela. La pasada semana pudimos verla con un vestido de estilo barroco con múltiples bordados y pedrería y un moderno peinado con los que encandiló a todos los asturianos.
Después de esa gran aparición, no esperábamos verla por todo lo alto tan pronto, pero la pasada noche los Reyes tenían una importante cita en su agenda. Este lunes entregaban el Premio de Periodismo 'Francisco Cerecedo', uno de sus acontecimientos claves durante el año y al que nunca fallan. Además, a la Reina le agrada especialmente porque está relacionado con la que fuera su profesión y es una forma de volver a reunirse con antiguos compañeros y conocidos.
Por ello, doña Letizia siempre intenta dejar el pabellón muy alto en una noche tan especial para ella. Y ayer, volvió a hacerlo. Porque la Reina se enfundó un vestidazo de Carolina Herrera, firma que se ha colado en las primeras posiciones de su amplio vestidor, en blanco y negro con un pronunciado escote en pico y con su corte favorito, ajustado en el pecho y la cintura y la falda de capa.
Un vestido mucho más sencillo que el Varela en los Princesa de Asturias pero que no dejaba de ser muy favorecedor. Además, la Reina llevó un peinado que lo resaltaba aún más, con el pelo suelto peinado con ligeras ondas que le daban un aspecto muy glamuroso. Como complementos, un clutch en color negro de la marca Bottega & Veneta, cuyo precio es de 1.400 euros y está disponible en su página web, y unos zapatos en blanco y negro de su marca favorita, Magrit.
Este año, dicho galardón ha recaído en el periodista de 'El País' Rubén Amón, en una ceremonia en la que también estuvieron la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que llevaba un conjunto de pantalón y blusa de estampado 'animal print', y otros miembros de la cultura y el periodismo.
Cabe destacar que en esta misma ceremonia fue donde la Reina levantó tanta polémica hace un año por su vestido estilo charlestón de Teresa Helbig en color blanco roto y las famosas 'medias falsas', de las que se habló largo y tendido.
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