Muere el guitarrista Gary Moore, maestro del blues y el hard rock

El legendario guitarrista irlandés Gary Moore falleció en la madrugada del domingo en el Kempinski Hotel Bahía de Estepona, Málaga. Murió mientras dormía y su cuerpo no presentaba signos de violencia, según informó la agencia Efe tras consultar fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Málaga.

Moore, que tenía 58 años, había forjado su fama como leyenda de la guitarra durante los años 70 en el grupo de hard rock Thin Lizzy, creativamente inactivo desde la muerte de su cantante, Phil Lynott, en 1983. Fue Lynott quien le invitó a formar parte de Thin Lizzy, tras haber coincidido en un grupo anterior, Skid Row; nada que ver con el popular grupo estadounidense del mismo nombre.

El guitarrista se había registrado al mediodía del sábado, en este hotel de lujo, "donde la brisa del Mediterráneo colmará su espíritu", según reza la publicidad. Y allí, en su habitación, falleció de madrugada por "causas naturales", según fuentes del hotel.

El personal del hotel está impactado

Marta Solís, responsable de relaciones públicas del hotel, le atendió a su llegada a la recepción. "Un hombre encantador y muy cercano", le ha definido en declaraciones a lainformacion.com. Aparentaba "muy bien de salud", por lo que la noticia de su muerte ha sido "un impacto". Sobre los posibles motivos del viaje de Gary Moore a la Costa del Sol, Solís señala que el guitarrista no venía cargado con equipo, por lo que ella cree que venía "a relajarse".

"Era muy robusto, no ha sido una víctima del rock, era un tío saludable" ha declarado a la BBC, aún "en shock", el guitarrista Eric Bell, cuya plaza en Thin Lizzy ocupó Gary Moore cuando aquel abandonó el grupo en 1973 frustrado por el poco éxito cosechado.

"Fue un guitarrista maravilloso, de los que ya no quedan, que vivió una época en la que desarrolló el lenguaje del blues sobre la guitarra eléctrica y por eso tuvo una gran influencia en la generación posterior" explica Hugo Toscano a lainformacion.com, ex guitarrista de Elefantes y Naranja Toscano, que reside, precisamente, en Estepona, donde ha fallecido el músico irlandés.

Alma de blues, corazón heavy rock

Moore inició su carrera en solitario, la que más éxito le granjeó, en 1973, simultáneamente a su etapa en Thin Lizzy. Dedicó sus punteos, su voz y su alma al blues. En los 80 devanea por el rock melódico, flirtea con las raíces celtas que arrastra su sangre y no se olvida, de vez en cuando, del hard rock, su primer amor.

El rock duro de sus primeros discos, como Corridors of Power (1982) y Victims of the Future (1983) –con efervescentes canciones como la homónima o Teenage Idol- quedó plasmado en un espléndido disco en directo que jugaba, para el título, con la sonoridad de su apellido: We Want Moore! (1984), ¡queremos más! Grabado en Tokio, Glasgow y Detroit, es una biblia para los virtuosos de la electricidad.

Falló, según la crítica, con el experimento de su disco Wild Frontier (1987) en el que sus pasos van dejando atrás los incendiarios punteos heavys para caminar hacia un lugar apto para todos los públicos y usando una caja de ritmos, algo que sus fans no estaban dispuestos a pasar por alto.

Pero su primer gran éxito y por el que será recordado es el disco y la canción homónima Still Got The Blues, de 1990. En la lista americana Billboard de singles mainstream rock alcanzó el número 9, una alta cota para un país que no era el suyo.

En agosto de 2005 Gary Moore "y amigos" realizaron una reunión de antiguos miembros de Thin Lizzy para honrar la memoria de Phil Lynott, un concierto que apareció editado en DVD con el título One Night in Dublin. En esa actuación el mencionado Eric Bell interpretó junto a Moore una versión de Whiskey in the Jar, una de las más celebres canciones de Thin Lizzy.

Brian Downey, miembro también de Thin Lizzy, se confesó "conmocionado por su muerte" y aseguró a la agencia británica AP que Gary Moore "siempre estará" en sus "pensamientos y plegarias", "no puedo creer que haya muerto", añadió.