Muere Omar Sharif, la inolvidable estrella de doctor Zhivago

El actor egipcio Omar Sharif ha muerto este viernes a los 83 años en un hospital de El Cairo, víctima de un ataque al corazón.

Nadie le conocía por su verdadero nombre, Michel Demitri Chalhoub, sino que el mundo le reconocía como el gran Omar Sharif. La cadena Al Arabiya ha anunciado su muerte a los 83 años. Con él se va uno de los mayores galanes del cine, un actor de otra época, esa en la que se hacían no remakes sino películas como

'Lawrence de Arabia' (1962), 'Doctor Zhivago' (1965) o 'Funny Girl' (1968). Nominado a un Oscar y ganador de tres Globos de Oro, el actor ha pasado sus últimos días sin recordar la estrella que era. El alzheimer tuvo la culpa.

De padres sirios y libaneses, Sharif nació en egipto en 1932, en el seno de una una familia católica. Antes de ser actor, estudió Físicas y Matemáticas.

De otra época son también los directores con los que trabajó uno de los galanes de la historia del cine. Estuvo a las órdenes de David Lean, Fred Zinnemann, Anatole Litvak, Blake Edwards, William Wyler o Anthony Mann. Decidió ponerse el nombre de Omar Shariff para poder tener un hueco en el cine occidental, su gran meta desde siempre. De origen sirio libanés, nació en el seno de una familia cristiana aunque él luego se convirtió al islam.

Gran estudiante y de familia acomodada. Según desvela José Luis Sánchez en Decine21.com su película más emblemática Lawrence de Arabia fue como un servicio militar porque "Estuve dos años trabajando en el film, sin cuarto de baño y sin mujeres. Fue como el servicio militar". Su carrera va ligada a la de otro grande Peter O'Toole con el que coincidió en Lawrence de Arabia y al que le debe protagonizar Doctor Zhivago.La caída del imperio romano, Las aventuras de Marco Polo o Genghis Khan fueron otros de sus éxitos.

El golpe más duro de su vida fue separarse de su mujer, Faten Hamama, el gran amor de su vida. A partir de ahí se lo conocieron romances pero la bebida y el juego fueron más importantes para él que nada. Fue capaz de retrasar rodajes para seguir con sus partidas de bridge en las que era capaz de perder un millón de dólares.

Llego a decir que por culpa de vivir como un vagabundo nunca había alcanzado la felicidad, y señalaba que los constantes viajes fueron una de las razones de su fallido matrimonio. Lo que sí logró fue el respeto del mundo con sus interpretaciones.