Glenn Monroig describe su vida como "terrible y maravillosa" al mismo tiempo

Jorge J. Muñiz Ortiz

San Juan, 11 dic.- Glenn Monroig, al que se le atribuye haber cantado el primer rap en español de la historia, repasa con Efe los grandes momentos de su vida personal y profesional, que, según dice, ha sido "terrible y maravillosa" al mismo tiempo.

Y es que el hijo del considerado mayor exponente del bolero en Puerto Rico, Gilberto Monroig (1930-1996), sabe lo satisfactorio que es estar en la cúspide de la escena musical gracias a sus grandes éxitos y también lo doloroso que resulta que su madre, Helen Monroig Janes, le confesara a sus seis años que su padre era adicto a la heroína.

"La vida es terrible y maravillosa", resumió Monroig, de 57 años, en una entrevista con Efe en su residencia en el sector sanjuanero de Miramar, rodeado de cuadros de su progenitor, y junto a un piano y una guitarra con los que compusieron canciones como "Causa perdida", "Me dijeron", "Por siempre" y "No finjas".

"Al principio, no sabía qué era ser adicto a la heroína. Es loco cuando a un nene de seis años le dicen que tu papá es usuario", recordó quien se dice que fue el autor del primer rap en español: "No finjas", que cuenta la historia de un amigo suyo que trataba de mantener en secreto que era homosexual.

El intérprete de otros temas como "Y entonces volviste a herir", "Sin tu cariño" y "Solo" se crió viendo a su alrededor grandes artistas como Plácido Domingo, Bobby Capó, Celia Cruz, Tito Rodríguez, Tito Puente, Pedro Flores, Pellín Rodríguez, Andy Montañez, Benny Moré, Ismael Rivera, Nelson Ned y Santos Colón.

"Don Pedro (Flores) iba a casa a enseñarle a papi las canciones nuevas para que se las aprendiera y las cantara", rememoró Monroig, quien próximamente lanzará un nuevo disco que tendrá como invitados a Carlos Vives, Francisco Céspedes, Víctor Manuelle, Rubén Blades, Gilberto Santa Rosa, Lucecita Benítez, Danny Rivera y Noel Schajris.

Pese a estar tan bien rodeado durante su infancia, Monroig recuerda que su padre seguía consumiendo heroína, un vicio que le llevó a pasar dos años preso después de que lo agarraran con un maletín lleno de esta droga en Nueva York.

"Yo me siento que en esta vida tú escoges. Yo te cuento lo que vi y lo que un niño tan sensible e inteligente pudo conocer en ese tiempo", explicó Monroig, quien vio a su padre, que también se dedicó a la ebanistería, morir de cáncer de pulmón a los 65 años.

Y aún con la adicción con la que su padre sucumbió, Monroig, que tiene un gran parecido físico con su padre, asegura haberse sentido querido y amado por su progenitor, e incluso "adorado por él".

"Uno de los grandes problemas del ser humano es que no tienen autocontrol y eso lo que único que da es sufrimiento", reflexionó el artista boricua, quien cita a Buda a asegurar que "el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional".

Monroig, quien mañana y el sábado presentará por tercera ocasión el espectáculo "Éxitos al desnudo" en la Sala Experimental del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré de San Juan, admitió que de la vida negativa que tuvo su padre, la cual describe como un "vacío", no se sintió víctima.

"Papi fue un paradigma y un gran ser humano. Nadie ha cantado como ese tipo", defendió Monroig, al recordar también a otros artistas que acudían con frecuencia a la casa donde se crió, en Bayamón, ciudad aledaña a San Juan, como Myrta Sylvia, Frank Domínguez, Roberto Roena, Tito Lara, Elena Burke, Meme Solís e Ismael Rivera.

Sobre Rivera, recordó que en una ocasión iba manejando su auto por la Calle Loíza en el barrio sanjuanero de Santurce, donde su padre nació y se crió, y cuando lo fue a montar a su auto para llevarle a la antigua Calle Calma -ahora Calle Ismael Rivera- lo vio triste porque ya no tenía voz para cantar.

Monroig bromeó además diciendo que de tantas vueltas que le ha dado la vida, tanto a nivel personal como profesional, le "tendrían que dar Dramanina" (medicamento contra el mareo), aunque reconoce que le ha "costado una vida" sanar algunas etapas de sufrimiento que ha vivido.