Once orejas y tres rabos en otra tarde triunfal en la Feria de Zafra

  • La Feria de Zafra cierra otra tarde triunfal, en este caso, para los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Andrés Romero, que salieron a hombros tras ser premiados con once orejas y tres rabos ante un público amante del toreo a caballo que ocupó tres cuartas partes del aforo de la plaza.

Mérida, 5 oct.- La Feria de Zafra cierra otra tarde triunfal, en este caso, para los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Andrés Romero, que salieron a hombros tras ser premiados con once orejas y tres rabos ante un público amante del toreo a caballo que ocupó tres cuartas partes del aforo de la plaza.

Tarde agradable en la que se lidiaron seis toros de la ganadería Fermín Bohórquez, de aceptable presentación y excelente juego, además de encastados y nobles. Al quinto se le dio la vuelta al ruedo y los demás fueron aplaudidos en el arrastre.

FICHA:

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- Pablo Hermoso de Mendoza: Dos orejas. Dos orejas y rabo.

- Diego Ventura: Dos orejas. Dos orejas y rabo. Vuelta al ruedo al toro.

- Andrés Romero: Una oreja. Dos orejas y rabo.

Hermoso de Mendoza ha dominado en todo momento al primer toro de su lote que seguía al caballo con ambiciosas intenciones de alcanzar la bien llevada montura del torero navarro ante un público entusiasmado que aplaudía con visible pasión. Mató a la primera y las dos orejas del astado fueron para él.

Con el cuarto de la tarde estuvo en línea parecida, incluso con un toro más complicado con el que subrayó su buena aprendida técnica que fue compensada con los máximos trofeos.

Diego Ventura mostró una vez más su facilidad de contactar de inmediato con el público gestionando y exhibiendo su dominio tanto en sus caballos como con los toros que le tocó en suerte.

En el primero remató su brillante labor con acierto siendo premiado con dos orejas.

Con el quinto de la tarde, redondeó su triunfo con el mejor toro de los lidiados hoy, con el que consiguió igualmente los máximos trofeos y al toro se le dio la vuelta al ruedo como premio póstumo.

Andrés Romero, tal vez espoleado por los triunfos de sus compañeros de terna, puso toda la carne en el asador llevando al público el aroma de su quehacer que agradeció el respetable otorgándole una oreja.

Con el que cerró plaza, consiguió los máximos trofeos al igual que sus compañeros, ante los que dejó visible su afán de llegar a alcanzar el mismo nivel de éxito que ellos, y que al menos hoy lo consiguió.

Los tres salieron a hombros de la plaza segedana, acompañados por el agradecimiento de un público puesto en pie. EFE

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