Otto Lange, el heredero del 'pop art'

  • Sus fuentes de inspiración son juguetes, programas de televisión, el cine negro de los años 40 y todo lo que le gustaba cuando tenía doce años. Entramos en el mundo visual del artista estadounidense Otto Lange.

Otto Lange tiene 40 años, nació en Cleveland, Ohio, Estados Unidos y vive en Athens, Georgia. Sus pinturas están repletas de juguetes, superhéroes, cartones de leche, tazas de cereales. Cosas simples y comunes de las que intenta capturar y desvelar la belleza a través de sus pinceladas. Un ejercicio conceptual muy parecido al del Pop Art, pero con unas técnicas que rinden homenaje a los maestros del Renacimiento.

'Para mis pinturas elijo los objetos que me parecen visualmente interesantes, pero estoy más influenciado por las cosas o las ideas que tienen un significado especial para mí' explica Otto Lange.'Por lo general, juguetes infantiles, programas de televisión, libros y películas son alimento para mi trabajo'.

Lo que le inspira son 'las cosas que son divertidas o tontas' afirma. 'Me encanta la ciencia y las cosas que se están descubriendo ahora en la física cuántica. Las matemáticas. Las películas de cine negro de los años 40 y la televisión. Súper héroes y robots. Básicamente, todo lo que me gustaba cuando tenía doce años'.

La etiqueta del Pop Art

Sin embargo, Otto Lange rehuye de las etiquetas. 'Creo que la etiqueta del Pop Art podría ser asignada a algunos de mis temas, pero creo que, en su mayor parte, mis pinturas siguen más bien una estética renacentista tradicional'.'Creo que mi trabajo necesita un cierto nivel de artesanía para 'elevar' un tema aparentemente simple'.

 

'Mis pintores favoritos son los maestros tradicionales del Renacimiento como Caravaggio, Van Eyck y Durero. También me gustan un montón de artistas contemporáneos y creo que técnicamente estamos en una 'época dorada' de la pintura. Joel Carson Jones y Anthony Waichulis son algunos de mis 'héroes' del siglo XXI'.

Lange también explica que su imagen mental cambia siempre a lo largo de una pintura, 'pero en general tiendo a idealizar un poco las cosas'.Esta especie de realismo romántico se apoya en un proceso en el que la fotografía se mezcla con las nuevas tecnologías para dar un resultado que está a medio camino entre las latas de sopa Campbell de Andy Warhol y un cuadro de Caravaggio.

'Nunca he tenido la aspiración de hacer obras realistas, sino más bien idealista' explica. 'Uso mucha fotografía y manipulación digital para desarrollar mis cuadros, pero siempre he mirado a la fotografía como a una herramienta para hacer cosas y no como una pieza de arte acabada'.

Alessia Cisternino
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